El Congreso negó otorgar estatus de delincuentes políticos a los paramilitares, argumentando que sería un instrumento para evadir la extradición de sus cabecillas a los Estados Unidos, en donde están acusados de narcotráfico.
La decisión adoptada en el primer debate del proyecto de ley de Justicia y Paz, representa un duro revés para el gobierno, que buscaba con la iniciativa contenida en un artículo seguir promoviendo la desmovilización de miles de paramilitares, justo cuando las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) han amenazado con volver a la guerra si no reciben beneficios jurídicos.
"Vamos a proponer un artículo nuevo con una redacción distinta, porque consideramos que la capacidad de perturbar el orden constitucional y legal lo tienen tanto la guerrilla como los paramilitares", anunció el ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt, a RCN.
En Colombia, los delitos políticos como sedición, rebelión y asonada, son indultables, pero lo más importante es que quienes hayan sido condenados por estos crímenes no pueden ser extraditados, un objetivo de los jefes de las AUC.
HISTORIA
Los paramilitares nacieron hace dos décadas para combatir a las guerrillas, empeorando el conflicto de 40 años.