Si piensas que eres una persona muy sensible porque te sientes alegre con el sol, triste con la lluvia y deprimido ante el frío, ¡te equivocas! porque estas emociones son determinadas por el lugar y las estaciones del año. Como el ser humano es parte de la cadena de la naturaleza, no está alejado de los efectos del clima que muchas veces controlan tu personalidad y forma de vivir.
Al respecto, la psiquiatra Juana Herrera indicó que todas las personas tenemos receptores de frío y de calor a nivel cerebral que determinan cómo va a ser nuestro conducta según los estados climáticos.
"En las zonas tropicales, el calor y la humedad afectan de manera considerable la personalidad de sus habitantes, las bebidas son refrescantes a diferencia de los climas fríos donde se usa el alcohol para obtener calor", agregó la especialista. Calor y frío
En tiempo de verano la gente disfruta del calor, se broncea, anda de buen humor, le gusta ir a la playa, son agradables y más sociables que las personas que habitan en regiones frías, que tienen gestos duros y controlan sus emociones porque las condiciones climáticas extremas impiden que la gente pueda desplazarse fácilmente.
Herrera nos comenta que cuando llueve y llega el invierno a Panamá, la gente se deprime porque hay que estar más en la casa, el cielo está oscuro y nublado, hay que aislarse. Del otro lado de la moneda en el verano cuando no se cuenta con las condiciones óptimas para divertirse, las aglomeraciones y el tráfico hacen que la persona se torne irritable y agresiva.
Muestra de que la personalidad de la gente es distinta en los lugares fríos y los lugares calientes está en que rara vez se puede observar a una persona que viva en un lugar frío con colores fuertes, ropa floreada o estampada, casi siempre se visten con colores oscuros como negro, azul y marrón.