En el Cementerio Municipal de la ciudad de Santiago no existe suficiente espacio para sepultar a las personas fallecidas. En algunas ocasiones los encargados han tenido que desalojar de una bóveda los restos de los difuntos cuyos familiares están morosos en el pago del impuesto con la tesorería del distrito.
Esta es la cruda realidad que se vive hoy día en este sitio de descanso eterno, en donde las autoridades municipales como medida extrema han optado por tomar la difícil decisión de desenterrar a los difuntos que adeudan el pago del impuesto por ocupación de bóvedas, para ubicar sus restos mortales en bolsas negras que son depositadas en una fosa común hasta que sus familiares los reclamen.
En este momento la situación del cementerio de Santiago ha llegado al punto crítico que a causa de la falta de espacio, diariamente solo se tienen disponibles de tres a seis bóvedas, en un sitio que debe atender la demanda de unos 72 mil habitantes, en donde según los informes de la propia Tesorería Municipal de Santiago, la tasa de mortalidad por semana es relativamente alta.
Otro de los problemas que atraviesa este cementerio, es la falta de espacio para la construcción de nuevas bóvedas, ya que el terreno actual apenas permitió que el año pasado se pudieran construir unas 15 nuevas tumbas, no obstante este problema que data de hace tres años atrás representa un reto para las autoridades del Municipio de Santiago.
El tesorero municipal de Santiago, Alex Flores, sostuvo que lamentablemente hasta que no se solucione el problema de la falta de espacio en el cementerio y mientras existan contribuyentes morosos por uso de bóvedas, las autoridades tendrá que seguir con los desalojos.