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A punto de desaparecer los aínos de bosques darienitas
Los saínos (Dicotyles tajacu y Dicotyles spp) abundantes en la provincia de Darién en la década del '60, están a punto de desaparecer por la cacería doméstica y furtiva para comercializar su carne en los mercados de la ciudad capital y en la propia región darienita.
Isabel Castro P.
Darién / EPASA
Los saínos (Dicotyles tajacu y Dicotyles spp) abundantes en la provincia de Darién en la década del '60, están a punto de desaparecer por la cacería doméstica y furtiva para comercializar su carne en los mercados de la ciudad capital y en la propia región darienita. Otro de los motivos de su desaparición es la deforestación y la extracción de madera en lugares donde ellos se sentían seguros. Esta especie tiene un parecido a los cerdos comunes de los campos de nuestro país, por su largo hocico y al jabalí, tienen su hábitat en los países centroamericanos y sudamericanos. Viven a orillas de los bosques para tener acceso a las frutas silvestres y a las sembradas por el hombre, también se alimentan de raíces, nueces, pequeños animales y hasta de serpientes de haber escasez de alimentos. Estos animales por lo general están en pequeños grupos y cuando se sienten amenazados se agrupan, convirtiéndose en manadas peligrosas, atacando a sus agresores con sus agudos colmillo y fuertes pezuñas. Los saínos a parte de sus filosos colmillos, tienen una glándula que segrega un olor desagradable y al sentirse amenazado o herido expele en toda su carne. Los cazadores para evitar perder la cacería, cortan inmediatamente la glándula del animal para evitar que la tienen en el lomo, cerca del rabo. Los saínos más comunes en Darién son los que tienen un pelaje duro, orejas pequeñas, rabos cortos, hocico largo, negruzco con una lista blanca a lo largo del lomo, los negros y en menos cantidad los que tienen una mancha blanca en la cara. Ambas especies si son cazados pequeños pueden domesticarse, pero al ser adultos se pueden convertir en animales peligrosos por estar en cautiverio. Se ha confirmado que grandes manadas de saínos se han ido alejando a las áreas poco habitadas y para las montañas fronterizas, pero aún así están siendo cazados por los grupos insurgentes que residen en esa región del país.
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Se ha confirmado que grandes manadas de saínos se han ido alejando a las áreas poco habitadas y para las montañas fronterizas, pero aún así están siendo cazados por los grupos insurgentes que residen en esa región del país.
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