Casas deberán tener plantas para tratar aguas servidas
Florencio Gálvez Flavio
Crítica en Línea
Tal vez el creciente deterioro de la calidad de agua de los ríos del área metropolitana que está 60 veces peor que hace 25 años, motivó que el Consejo Municipal de Panamá aprobara un acuerdo que autoriza a la Dirección de Obras y Construcciones a exigir la instalación de plantas para el tratamiento de aguas servidas, en todas las construcciones residenciales, comerciales e industriales de la ciudad capital. Las aguas servidas llegan a los ríos y mares sin tratamiento alguno. Los residuos fecales de animales y personas llegan directamente. Estudios del Instituto Smithsonian revelan que los ríos afluentes del Chagres más contaminados son más el Chilibre y Chilibrillo. Nobu Otowa, consultor de calidad de agua de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), dijo que el río Mataznillo es el más contaminado de la ciudad y le sigue el Curundú. Una reciente disposición del Consejo Municipal advierte que todas las urbanizaciones, edificios, residencias, hospitales, entidades públicas, centros comerciales e industriales, que estén domiciliadas en el Distrito de Panamá deberán contar con plantas para el tratamiento de aguas servidas, como requisito previo e indispensable para obtener el permiso de construcción que expide la dirección de Obras y Construcciones del Municipio de Panamá. Para lograr un consenso las autoridades municipales, de la empresa privada, IDAAN, ANAM y de los Ministerios de Obras Públicas, Vivienda y Salud, analizaron el tema durante seis meses. La amenaza latente del alto grado de contaminación que registra la Bahía de Panamá, fue el lazo que facilitó el acuerdo. El acuerdo otorga plazo de un año para que las actuales edificaciones que no cuenten con esta instalación para tratamiento de aguas servidas, las coloquen, de lo contrario el IDAAN lo hará y los costos se deducirán a través del recibo de agua. Pero técnicos en la materia aseguran que la instalación de las plantas de tratamiento de aguas negras depende del sector donde estén ubicada la empresa, residencias y locales. Eduardo Rodríguez, director Ejecutivo de la Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC), reconoció el problema que representa la contaminación de los ríos y la Bahía de Panamá. Sin embargo, considera como una "medida ingenua" la decisión del Concejo de exigir "la instalación de algún sistema de tratamiento" tanto en edificaciones y en viviendas. El directivo de la CAPAC cuestionó que por falta de cumplimiento de una labor que le compete al IDAAN, se le traslade esa responsabilidad al sector privado, que a su vez va a trasladar el costo de esta medida a los compradores y usuarios de viviendas". Rodríguez lamentó que no exista un estudio serio de esta problemática, pues por un lado no es lo mismo el "costo de un sistema instalado en una vivienda individual, que en una urbanización, o en un edificio de alta densidad o mediana". Los sistemas de tratamiento de aguas servidas guardan relación en materia de "eficiencia con volúmenes, cantidad de contaminación y una serie de elementos" que deben considerarse al momento de instalar un equipo de esta naturaleza en un edificio. "Cada solución tendrá su costo particular, no sabemos cuánto y dependerá del tipo de obra que ese desarrolla, pero al final del camino, ese costo no será asumido por el promotor y contratista", destacó el vocero de la CAPAC. Este costo, según Rodríguez, "se trasladará al comprador de vivienda", al igual que el precio de un clavo, saco de cemento o una barra de acero". También planteó que existe la posibilidad de instalar aparatos para "desalojar los líquidos con un nivel de tratamiento que produzca", pero qué se hace con los sólidos, quién los recoge y cuál será el costo. Para Eduardo Rodríguez, el Consejo Municipal adoptó una "solución que no soluciona nada. Será ligero paliativo respecto a las aguas líquidas o sea los que "caen en las vertientes que no queremos contaminar", pero se creará una cloaca de almacenaje de sólidos desechados en cada casa. Rodríguez sostiene que la situación debe verse como un "problema integral de saneamiento sanitario y debe pensarse en un sistema de colectoras, plantas de tratamiento y emisarios finales", y la responsabilidad de eso le compete al IDAAN. La agencia japonesa JICA recomendó que Panamá debe construir plantas de tratamiento de aguas servidas. Un vocero de JICA explicó que hay varios tipos de plantas: una de gran tamaño para una población de 800 mil habitantes que se construye de manera visible sobre la tierra, lleva un tanque de sedimentación para remover el lodo y basura a través de aerosión, presión de aire; luego el agua servida va a otro tanque de sedimentación con un proceso similar y un tercer tanque de esterilización donde se desinfecta y luego va a el río o mar. El otro modelo es de tipo subterráneo (debajo de parques o estacionamientos) para una población de hasta 300 mil persona, pero utiliza el mismo procedimiento que la anterior.
|