El Aeropuerto Internacional de Tocumen es el mejor ejemplo del mundo de lo que no debe ser un aeropuerto.
Sin alternativas, sin opciones y caro, en todos los sentidos, es nuestra principal terminal aérea, es decir, es un ejemplo viviente de lo que es un capitalismo monopólico de Estado.
Entrar a Europa por Amsterdam, Holanda, es encontrar múltiples formas de transporte y hay tantas formas de salir de él como tipos de locomoción.
Si se llega a San José de Costa Rica o a Miami, se puede contar con facilidades de todo tipo, inclusive, el transporte colectivo común pasa por estos aeropuertos.
Pero si llegan a Panamá, y usted no tiene un familiar, tiene que tomar esos carísimos taxis en Tocumen, que no son la mejor forma de viajar o en su defecto, se verá obligado a alquilar un auto.
Para colmo de males, han subido la tarifa del parqueo e, inclusive, aquellos ejecutivos que dejan su vehículo porque hacen rápidos viajes al exterior, se encuentran con una tarifa exagerada.
Posiblemente, este sea el único aeropuerto, en el mundo donde no haya estacionamientos públicos que no se cobre, reflejando la mentalidad feudal que todavía tenemos.
En verdad, que es un aeropuerto recargado de distorsiones en su forma de obtener los ingresos. |