Todo parece indicar que al cabo de años de espera, el Tratado de Promoción Comercial entre Panamá y Estados Unidos será enviado en julio al Congreso para su evaluación.
La oportunidad es buena, porque diversos sectores estadounidenses están reclamando la ratificación de una vez por todas de los tratados comerciales con Panamá, Colombia y Corea del Sur. No es que los gringos nos quieran mucho, sino que entienden que esos pactos son beneficiosos para una economía en crisis como la norteamericana.
Ayer la Cámara de Comercio de Estados Unidos envió una carta en la que 27 ex altos funcionarios gubernamentales piden al Congreso que agilice la aprobación de los tres acuerdos comerciales. Los firmantes incluyen a cuatro ex secretarios de Estado, dos ex secretarios de Defensa, cuatro ex jefes de gabinete, tres ex asesores presidenciales de seguridad nacional y seis ex representantes comerciales.
Se estima que la ratificación en los comités encargados de la Cámara Baja y el Senado, tome unos 60 días, así que puede que el TLC con Panamá esté listo en septiembre. Ya Panamá ha reformado algunas leyes que afectaban las condiciones laborales en la zona de Barú, ya se presentó el proyecto de intercambio de información fiscal y deben hacerse ajustes para permitir la actividad sindical en las zonas exportadoras.
Panamá y Estados Unidos firmaron el 28 de junio del año 2007 el Tratado en la sede de salón América de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero el documento se viene negociando desde el año 2004.
El TLC elimina barreras y aranceles para el comercio de productos y servicios entre los dos países. Ya fue ratificado por la Asamblea Nacional de Diputados de Panamá.