He dicho varias veces que los panameños como pueblo están perdiendo la paciencia. A lo mejor se debe a que buscan mejores días o sufren tantos problemas... ¡que estallan en cualquier momento!
Añada algunos conductores.
El otro día en la Terminal un vehículo de carga no esperó que bajara de mi auto. Cuando lo toqué con el pie porque temía que me golpeara, el chofer (joven) me llenó de insultos.
Un poco más y se forma un "Bocas del Toro cuando la Ley Chorizo".
Pero donde más se resalta es en la conducta masiva.
Claro que no tener agua es algo desesperante. Lo sufrimos durante semanas en la capital y muchos estaban al borde de la histeria.
¿Tal vez esto justifique el cierre de calles? ¿Y que los antimotines tengan que actuar para despegar las vías?
Y no solamente es el agua, la luz, las calles en mal estado las que llenan de enojo a comunidades.
Hace poco centenares de personas protestaron y cerraron vías... ¡porque querían usar los diablos rojos!
Señalan que el Tránsito falló en comunicar el fin de la "era diablo rojo", o que la Policía debió parar los buses en la piquera y no en la calle.
Me parece que estamos viviendo el comienzo de un posible estallido social.
Ya muchas comunidades sienten que la única forma de que los escuchen las autoridades... ¡es cerrando calles!
Incluso en la capital algunos jubilados y afectados por el "maldito" jarabe lo han hecho. Ni se diga de los obreros de la construcción y estudiantes.
Claro que estas protestas por más justificadas que sean afectan a inocentes que, como dicen en Chirú, "no tienen vela en ese entierro".
Nuestras autoridades que están tratando de modernizar el país (metrobús, metro, autopistas, aeropuertos, becas, etcétera) tienen que revisar algunas instituciones para que "se pongan las pilas".
En Sociología tenemos una palabra útil para que usted comprenda lo que sufren otros (o disfrutan, si es el caso).
Se llama "empatía". El significado dice que es "ponerse en los zapatos (o zapatillas) de otros..."