¡Insólito! El hombre que ingresó en el 2005 a la cárcel por matar a una persona en defensa personal, seis años después murió salvando la vida de siete reclusos. Con esas palabras el pastor Álvaro Robinson resaltó las bondades del hijo de Emilia De Díaz durante el culto del funeral.
Michael Armando Escobar González, de 28 años, falleció el 1 de abril durante una reyerta en el penal La Joyita, en Pacora. Dedicó sus seis años de cautiverio a predicar la Palabra de Dios.
Ayer, jueves, el estadio Plaza Amador, en El Chorrillo, se quedó grande para el pequeño, pero acogedor grupo de familiares y amigos que se dieron cita para despedir al hombre que soñaba con predicar afuera de la prisión. Sin embargo, "los deseos de los hombres no son los propósitos de Dios", dijo el siervo Eloy Camargo.
El predicador dijo que "no es momento para cuestionar la obra del Señor, y si Dios permitió su muerte, Él sabrá por qué, pues lo tiene en Su Gloria".
SUFRIMIENTO
Hacía calor durante el culto. Un rostro infantil estaba empapado en lágrimas. La única hija de la víctima, de 9 años de edad, esperaba el féretro de su padre. Con su arribo ella corrió a acariciarlo a la vez que daba gritos con una voz aguda que se escuchaba por encima de la prédica, y aunque algunos de sus familiares intentaron apaciguarla, solo acrecentaron su dolor. "¿Por qué mi papá se murió, si yo lo quiero con vida?".
Michael, en su año de rebeldía integró la pandilla de El Pentágono y murió por evitar que mataran a "Cholo Chorrillo", mote del jefe de la banda Bagdad, que opera en El Chorrillo.
Los restos de quien pudo ser un gran futbolista fueron enterrados en el Cementerio Manuel Amador Guerrero.