El ministro de Comercio, Roberto Henríquez, dijo ayer jueves, que no descarta reducir el impuesto del combustible como medida para enfrentar el alto precio de los derivados del petróleo.
El impuesto por galón de gasolina es de 60 centésimos y el del diésel es de 25 centésimos. Ya en el 2005 hubo una reducción temporal de dicho impuesto, cuando el de la gasolina se redujo a 50 centésimos y el del diésel, de 25 a 15 centésimos.
En panamá se venden 372 millones de galones de gasolina y diésel. Mañana, el precio del galón de gasolina de 95 octanos costará $4.23.
Henríquez recomendó a los panameños dejar de chinguiar y de comprar celulares para poder afrontar los aumentos del pasaje por efecto del aumento del precio del combustible.
SUSPENDERIAN SUBSIDIOS
Henríquez manifestó que en el supuesto de que el galón de combustible llegue a costar $4.50, como en el 2008, el Gobierno evaluará la aplicación de medidas extremas como la suspensión temporal de varios subsidios de programas sociales para afrontar la situación del combustible.
Otra de las medidas sería comenzar a reducir el impuesto en el combustible. El ministro indicó que la reducción del impacto por el incremento del combustible pasa por un cambio de hábitos como dejar de chinguiar y dejar de comprar celulares.
"Están llorando (los consumidores) porque el pasaje aumentó 21%, pero la gente sigue chinguiando y comprando celulares", criticó el funcionario.
"Tenemos que cambiar hábitos, el problema de subsidiar el combustible de forma directa es que genera una reducción ficticia y eso hace que la población siga gastándolo como si nada estuviese pasando", señaló.
Indicó que establecer subsidios de forma directa al consumo de combustible podría poner en peligro financiamientos a programas sociales como $100 a los 70, red de oportunidades, entre otros programas. Anualmente se pagan subsidios a estos y otros programas sociales por $790 millones.