Colocar productos agrícolas para la venta en cartones o sobre la tierra es una de las prácticas que se da en el mercado de abastos de La Chorrera, especialmente por parte de los vendedores de plátanos, quienes califican de "infrahumanas", las condiciones en que deben trabajar.
Para Raúl Batista, las "peripecias" comienzan desde las seis u ocho de la noche, cuando se llega al mercado, no se cuenta con baños cerca del área de venta y la inseguridad es imperante; además no existe un sitio en donde desembarcar la mercancía.
La administración del mercado cobra dos balboas por la actividad, aunque no se realiza ningún tipo de mejora.
El Ministerio de Salud (MINSA) ya advirtió que la carga no puede permanecer en el suelo, sino que debe ser colocada en parrillas, aunque no se ha definido si las mismas podrían ser construidas y alquiladas por la administración del mercado.