La conmemoración anual cristiana, conocida como Semana Santa o Semana Mayor finaliza hoy, Sábado Santo, y lo que debe ser una vigilia pascual para entonces celebrar el Domingo de Resurrección, para muchos es una ansiada espera para libar licor, asistir a bailes y hacer cualquier otra cosa.
Claro, eso ya es común en Panamá y otros países del mundo y a los que esperan el domingo para celebrar con ceremonia litúrgica el acontecimiento, sólo les queda orar para que en el desenfreno no se pierdan vidas.
La Semana Santa es conmemorar los últimos días y resurrección de Jesús de Nazaret, quien en su paso por la tierra murió por nuestros pecados. Es la conmemoración de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios.
Mañana, Domingo de Resurrección, tienen lugar numerosas muestras de religiosidad popular en todo el mundo cristiano, destacando las procesiones como vocación de fe.
Han pasado los días de reflexión y de promesas por llevar una vida más acorde con las enseñanzas que nos dejó Jesús y que prioriza el amar al prójimo como así mismo.
Pero también han sido días de mucha actividad para los que explotan comercialmente estos días, con propuestas de excursiones, paseos y cientos de otras actividades para recrearse y reflexionar cómodamente.
Buscando en la Internet algunas precisiones para éste artículo, vi un anuncio que me llamó mucho la atención y casi me obliga a emprender viaje. Decía así el anuncio: "Andalucía (en España) se viste de nuevo el Domingo de Ramos, se estremece en el silencio del Viernes Santo y resucita otro domingo, cubriendo la distancia que va desde la muerte hasta la vida; esa vida que se levanta imparable en la fiesta". Ni más ni menos que vivir, gozar, morir y prepararse para la resurrección.