EDITORIAL
Una universidad acorde a los tiempos modernos
Dentro de poco, nuestra primera y más alta casa de estudios, la Universidad de Panamá tendrá elecciones para escoger al nuevo Rector Magnífico que reemplazará al titular, Dr. Gustavo García de Paredes. Algunos universitarios panameños parecen no apreciar el costo de estos estudios y, por el contrario, pierden el tiempo en manifestaciones cotidianas sin ninguna trascendencia. Grupúsculos de una ideología que proyecta un rojo desteñido son los que salen a las calles a protestar sin evaluar el esfuerzo que hacen sus padres y demás familiares, para que ellos alcancen un alto nivel académico. La Universidad de Panamá es una de las más baratas en todo el continente pero esto no lo aprecian en su justa dimensión estudiantes "profesionales" que son agitadores por antonomasia. Los universitarios y los docentes tienen ya que cambiar de actitud porque la Casa de Octavio Méndez Pereira y Harmodio Arias, exige que el estudiante ya esté de acuerdo con los tiempos modernos. Eso significa que hay que estudiar más y dejar de ser el instrumento que utilizan los políticos para fines aviesos. Incluso, los docentes deben elevar su pénsum académico porque ser catedrático de una universidad implica estar en la avanzada de problemas académicos: filosóficos y tener una imagen que deje huellas al personal educando de la posteridad. Los aspirantes a Rector Magnífico deben tener en cuenta estos aspectos porque a la par de la modernización administrativa va ligado también un cambio radical de hábitos y actitudes, dejando al margen a la política partidista que en nuestro país no ha sido un dechado de virtudes. Al estudiante de hoy hay que inyectarle mística para que sienta orgullo del centro de estudios superiores donde se forma académicamente. Personalidades como Octavio Méndez Pereira, José Dolores Moscote, Jaime De la Guardia le dieron lustre a la universidad en su primera época porque fueron antorcha, luz y guía como maestros de juventudes. La universidad sufrió un trauma cuando vino la masificación y ahora lentamente trata de reponerse de ese colapso del "proceso revolucionario". La universidad se haya en una encrucijada y sólo los estudiantes conscientes la podrán echar hacia adelante, lo mismo que los profesores pedagogos, y no improvisados, que sienten verdadero cariño por su Alma Mater.
PUNTO CRITICO |
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