La telaraña que ha tejido Julissa Ortega, (a) "Chucky", sobre la desaparición hace 49 días de la niña Mónica Serrano, puede "desenmarañarse" con la aplicación de la prueba del polígrafo, un instrumento empleado para resolver desde una infidelidad hasta un homicidio, con una veracidad que alcanza el 98.9%.
Para el experto en la aplicación de esta prueba, Erin J. Milanés, hace tiempo debió usare el polígrafo con "Chucky", quien ha dado 14 versiones sobre el caso y mantiene en un "corre-corre" a las autoridades.
Precisó que el aparato, cuyo costo ronda por los B/.10 mil, mide los latidos del corazón, la temperatura y la presión sanguínea, cuyas alteraciones conforme a la prueba del polígrafo revelan que la persona miente o dice la verdad.
Cuestionó que desde el primer momento no se haya implementado el polígrafo con la señora Julissa Ortega. Es lamentable que las autoridades "le sigan dando vueltas y jugando su juego", añadió.
Erin Milanés reveló que en el único caso que el aparato puede fallar es cuando el investigado es un psicópata o enfermo mental. Milanés ha colaborado en varias investigaciones con la Policía Técnica Judicial y la Procuraduría, sobre todo en el caso de funcionarios corruptos. |