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EDITORIAL
El bendito problema del agua
Nunca se toman las precauciones del caso. El concepto Plan B, o alternativo en caso de..., no existe. El panameño en todas las esferas vive por vivir. No hay una cultura que enseñe métodos alternos para cuando ocurran situaciones anormales que nos afecten, como de hecho está ocurriendo con los miles de usuarios que se abastecen de la Planta Potabilizadora de Chilibre. Si se va la luz, también el agua.
Sobre este ya conocido problema se ha hablado de vicio. Se nombran comisiones de trabajo, se citan a los involucrados, pero todo sigue igual, no obstante, lo novedoso ahora es que el asunto será tratado como un tema de seguridad nacional. Al menos así lo calificó ayer el propio ministro de Salud, Fernando Gracia.
¿Qué tan difícil es comprar una planta eléctrica que suministre la energía necesaria cuando se vaya la luz?. No debe haber dificultad verdad o es que el tema no ha sido elevado para ser considerado dentro de los planes de inversión que intenta desarrollar el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN).
Si se critica a las fallas relacionadas con el transporte, entonces envían inspectores a la calle; si hay pandillerismo en los colegios, entonces envíen policías, si se va la luz y afecta la distribución del agua, entonces se conoce que hay un problema por resolver.
¿Por qué esperar que algo se dañe para repararlo? Es cierto que el sistema burocrático impide tomar decisiones inmediatas, pero también es cierto que los encargados de velar por el suministro del vital líquido tienen la obligación de verificar las posibles fallas que afecten a los ciudadanos.
El Ente Regulador de los Servicios Públicos, como entidad de vigilancia y fiscalización -"preocupada por los clientes y/o usuarios"- tiene la obligación de exigir que se solucione el problema que dejan a miles y miles de usuarios, cada vez que se falla el suministro de energía eléctrica. A las empresas eléctricas prestadoras del servicio también les debe caer la teja. Existe responsabilidad conjunta y ni se diga del mismo IDAAN.
La comunidad espera un final feliz. No quiere mucho bla,bla,bla de conversaciones retóricas que no tienen salida en un laberinto oscuro, cuya salida únicamente conoce quien desde hace meses oculta la verdad. La gente quiere soluciones inmediatas.
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PUNTO CRITICO |
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