|
Un polémico médico italiano, empeñado en ser el primero en clonar a un ser humano, defendió su proyecto ante un consejo médico y acusó al Vaticano de iniciar un nuevo proceso de inquisición contra la ciencia.
"No he cometido ningún crimen", dio Severino Antinori a los reporteros antes de que comenzara la reunión a puertas cerradas en la sede de la Asociación Médica de Roma.
"Pensar e investigar todavía no está prohibido", agregó.
Antinori, cuyo equipo de investigadores dijo que estaba listo para comenzar a clonar humanos en un corto período, rebatió las críticas contra su proyecto y reservó sus frases más fuertes para el Vaticano, que ha calificado la clonación de seres humanos como algo "grotesco".
"Parece que hemos regresado a la época de la Inquisición", dijo el médico.
"Estamos trabajando en aras de la humanidad, para ayudar al hombre, no para crear algo negativo", expresó.
La Inquisición era la oficina del Vaticano que lidiaba con la herejía en tiempos medievales, llevando a herejes y científicos, como Galileo, ante los tribunales eclesiásticos.
Los culpables de herejía a menudo eran condenados a morir quemados en la hoguera.
El Vaticano sostiene que no se debe negar a ningún ser humano el derecho fundamental de ser concebido y nacer de forma natural.
Muchos periódicos en todo el mundo han vinculado la clonación humana con la creación del monstruo de Frankenstein.
El grupo de clonación de Antinori ha dicho en repetidas ocasiones que desea ayudar a las parejas estériles a tener hijos.
Por su parte, el colega de Antinori, Paños Zavos, dijo que 700 personas se habían inscrito voluntariamente para participar en el estudio.
Zavos, un especialista estadounidense en fertilidad, reveló que el equipo disponía de fondos privados ilimitados para crear el primer bebé con el mismo material genético de sus padres.
Zavos manifestó en una conferencia de prensa a principios de este mes que la oposición es "históricamente normal, pero una vez que el primer bebé nazca y llore, el mundo lo acogerá con gusto". |
