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El sacrificio es una de las medidas adoptadas en Europa. |
La ganadería es una industria que en Panamá mueve 1,500 millones de balboas. Esta cifra es exactamente igual a la cantidad de pérdidas que hasta ahora ha sufrido el continente europeo por causa de la fiebre aftosa; una enfermedad que hasta ahora no ha podido entrar en nuestro país, pero que ha causado que se establezcan restricciones a la entrada de carne del extranjero.
La fiebre aftosa es una enfermedad que afecta a los animales de pezuña hendida (vacas, cerdos y ovejas) y que un brote descontrolado podría representar pérdidas totales para un ganadero en un año.
Los síntomas en las vacas son babeo constante y la aparición de lesiones en los labios y las encías del ganado, el cual deja casi inmediatamente de ser productivo. Las vacas dejan de hacer leche, y los cerdos dejan de engordar. La aftosa es sumamente contagiosa, ya que viaja por el aire a grandes distancias, se adhiere a los zapatos de los ganaderos y a las llantas de los autos.
Cualquier país que sea declarado como aftoso, puede estar seguro de que sus ganancias derivadas de la venta de carne vacuna o porcina van a reducirse a mucho menos de la mitad. En cuanto a la exportación, los precios se recortan en un 50%, y eso en los pocos países que acepten comprarles productos, los cuales tendrán que pasar por costosos y exhaustivos procesos de inspección en aduanas.
La amenaza de la aftosa para la industria ganadera de un país es tan grande, que en Panamá el Ministerio de Desarrollo Agropecuario mantiene un programa dedicado especialmente a su prevención, con una inversión de 16 millones de balboas el año pasado y con 368 inspectores. Todo para combatir una enfermedad de la que no se conocen casos desde hace más de 40 años.
"Panamá tiene uno de los mejores programas de prevención de aftosa en el mundo", afirma el Director del Programa, José Dimas Espinosa, quien también se atreve a asegurar que la plaga no llegará a nuestro país.
"En Panamá no ha habido, no hay, ni habrá fiebre aftosa. Le decimos a la ciudadanía que se tranquilicen".
Para Espinosa, la situación por la que está pasando Europa -y en menor medida Sudamérica- debe ser aprovechada por los ganaderos panameños, pero que de ninguna manera debemos alegrarnos.
"En estos momentos, la catástrofe sanitaria que vive Europa, y lo que vive Sudamérica nos hace sentir muy tristes y acongojados desde el punto de vista profesional. En Europa se están viendo suicidios de ganaderos", lamenta el veterinario.
Una de las causas que han acelerado la infestación de aftosa en el viejo continente ha sido la apertura de las fronteras desde la creación de la Unión Europea. Actualmente, acaba de iniciar funciones en nuestro país la Sede del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero según Dimas Espinosa, el país se está alistando.
"El país está dividido desde el punto de vista sanitario", explica. "Al abrir las fronteras tienes que buscar equidad en muchos sentidos. La equidad sanitaria significa que Panamá ha establecido unas medidas sanitarias internas para proteger su patrimonio ganadero". |