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Oscar De La Hoya (izq.) en un interesante intercambio de golpes con su rival Arturo Gatti, a quien venció por la vía del sueño. |
Un demoledor Oscar De la Hoya regresó triunfalmente a los cuadriláteros, tras una ausencia de nueve meses, e inmediatamente fijó su atención en sus dos verdugos: Félix Trinidad y Shane Mosley.
El ex campeón mundial en cuatro categorías necesitaba una victoria contundente sobre Arturo Gatti y la consiguió por la vía de un nocaut técnico en el quinto asalto de la pelea en la división welter.
"Ni siquiera estoy cerca de alcanzar mi mejor forma.Esto es sólo el principio", declaró De La Hoya.
En un verdadero festival de golpes de principio a fin, De La Hoya derribó a Gatti en el primer round y lo apabulló en el quinto.
Después de una devastadora andanada de golpes a la cabeza, la esquina de Gatti arrojó la toalla al minuto y 16 segundos del quinta y el árbitro Jay Nady detuvo la pelea la noche del sábado en Las Vegas.
Gatti (33-5) hizo trastabillar a De la Hoya en la primera vuelta con un potente gancho de izquierda, pero unos 20 segundos antes del final de ese round, De la Hoya lo derribó con una combinación de ganchos, abriéndole un profundo corte debajo del ojo derecho.
De la Hoya (33-2, 27 nocauts) acreditó a su nuevo entrenador, Floyd Mayweather padre, todo el crédito de su victoria.
"Aún me falta mucho para volver a la cima", indicó."Con Mayweather en mi esquina me siento imparable".
Mayweather, padre del campeón super pluma del CMB, es el quinto entrenador al que recurre De la Hoya y su presencia arrojó cambios en el estilo del ex monarca. |