Martes 23 de marzo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
La situación de las bibliotecas en el país

Poco o nada se conoce sobre la real situación de las bibliotecas en el país. La Biblioteca Simón Bolívar de la Universidad de Panamá y la supuesta Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero siguen teniendo limitaciones, a juzgar por el exiguo presupuesto con que deben atender sus necesidades.

Todavía sigue cuestionado el Departamento de Hemeroteca que contiene la historia de este país, sin embargo, no se realizan esfuerzos para mejorar las colecciones de periódicos, revistas y otras publicaciones de interés general. Hace algún tiempo, se corrió el rumor de que la Biblioteca Nacional estaba en proceso de privatización, pero ni el Ministerio de Educación, ni las autoridades pertinentes aclararon debidamente esta situación.

Siempre se ha dicho que el panameño lee poco, aunque esta es una verdad a medias. Lo que es realmente preocupante es que el gobierno nacional no haya implementado una política incisiva a favor de las bibliotecas. Incluso, la semana del libro ha perdido vigencia porque los encargados de la misma no le prestan el entusiasmo y el dinamismo que requiere. Antaño, se celebraban en las plazas públicas baratillos de libros, se exaltaban los autores nacionales y se promovían reinados de libros. En la actualidad, hay una especie de indolencia por celebrar dignamente la Semana del Libro y hasta los torneos literarios nacionales.

Volviendo con el tema de las bibliotecas se debe dar un paso definitivo para que las mismas se fortalezcan y modernicen, aunque ya hay avances con el uso de computadoras y una buena distribución de los departamentos y secciones. También se debe proponer el hábito de la lectura en los diferentes planteles educativos primarios y secundarios. Las autoridades tienen que preservar la seguridad de los documentos que contienen las bibliotecas e impedir el deterioro de los libros, evitando el hurto de periódicos y otras publicaciones. Así mismo, urge la protección de los derechos de autor, ya que con la moderna tecnología los docentes recomiendan a los estudiantes el uso de fotocopiadoras en libros de texto, perjudicando a los autores panameños y extranjeros.

Cuando las personas soliciten fotocopias de periódicos y revistas en la Biblioteca Nacional se deberá suministrar copias de estos documentos a un precio módico, evitando entregar el original de esa publicación. Esa es una forma que le permitiría ingresos a la institución. Lamentablemente, la práctica de hurtar documentos no se ha erradicado en nuestro medio y ciudadanos irresponsables incurren en ella.

Las bibliotecas escolares también se han descuidado en nuestro medio. Y aquella ley que obliga a suministrar dos copias de los impresos de las diferentes empresas impresoras en el país tampoco se cumple. Así vemos que hay un gran déficit de documentos públicos y privados por la indiferencia de los encargados de cumplir con estas obligaciones.

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Bárbara Palacios, Miss Universo, de Venezuela, fue ultrajada en el carnaval acuático


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no participo como debe ser en Cuaresma


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