Martes 23 de marzo de 1999

 








 

 


FAMILIA
"La Actitud Diaria"

Lic. Joaquín Alberto Arias E.

Trabajemos hoy un plan de vida con acciones diarias como lo sugiere la filosofía de los Alcohólicos Anónimos de "solo por hoy".

Hagamos como hacen las empresas exitosas donde hay planes a corto, mediano y largo plazo porque la empresa más importante que existe es nuestra vida. En nuestras manos está comprender que ya no es el momento de hablar del cambio espiritual sino de hacerlo hoy mismo, entendiendo que tenemos que revisar periódicamente nuestro rumbo o llegaremos a donde no queríamos llegar. Hoy en mi análisis de actitud diaria debo cuidar si estoy estacionado en la ventana del como soy, o en la del como creo ser o en la del como creen que soy, olvidando la del cómo debo ser. Examinado si me gusta mucho el papel de la víctima o el de victimario en lugar de procurar ser siempre un justo mediador: tratando por lo menos de cambiar todo lo negativo por acciones diarias positivas, también hasta en lo político revisar si estoy cumpliendo el papel que espera mi país de mí. Y en ese examen diario de conciencia volver la mirada al cielo expresándole a nuestro ser superior que nos dé unas manos capaces de realizar todo lo que hemos hoy revisado juntos en este maravilloso tiempo de plena reflexión que empezamos juntos tú y yo. Revisando nuestra actitud diaria recuerdo siempre que debo tener un autoestima justo en el punto donde debo tenerla, se dice que nuestra autoestima debe estar como el aceite de un carro: ni muy bajito que se queme el motor, ni muy alto que empape las bujías, y llamamos autoestima a este punto o sitio que te has ganado por lo que heredaste, por la experiencia adquirida... porque eres ese maravilloso peón que a veces pone en jaque al Rey. Es así que el mundo todos los días espera peones que se desempeñen como Reyes y Reyes que se desempeñen como peones.

¿Cuáles son los verdaderos objetivos que debo tener para con mis seres queridos o con mi familia? Ahora analicemos lo que significó inicialmente mi familia: fueron nada más y nada menos que mis padres aquellas personas que me dieron el milagro más grande del Universo: la vida. Nos alimentaron, nos amaron, nos vistieron, nos obserquiaron esa primera muñeca o ese carrito de madera, y nos educaron hasta donde pudieron o hasta donde nos dejamos educar y nos lo dieron todo hasta con algunos errores propios de la época en que nacimos.

De repente de la noche a la mañana aquellos seres queridos que todo nos lo dieron, se convierten de dadores en recibidores de todo.

Y se convierten con la edad en una carga económica porque hoy por hoy tomamos como una carga el ayudarle a quienes tenemos la obligación de ayudar simplemente para retribuirles lo mucho que nos dieron. Y puede suceder que de gente linda y feliz los vemos convertirse o mejor los convertimos en muebles viejos y enfermos. Entonces también sucede que podrá ser un cheque a regañadientes el único vínculo que nos una con quienes deberían ser lo más sagrado que tenemos en la vida. Pregunto: ¿cuánto hace que nuestros padres no reciben un abrazo y un beso, ni una amable visita larga de sus hijos?

¡Qué bueno sería volver a nuestros padres para decirles cuánto los queremos! ¡Qué bueno fuera que no esperaramos el momento en que ya no esten, para lamentarnos por lo que no hicimos por ellos en vida!

Enseñémosle a nuestros hijos que ellos tienen obligaciones con sus padres para que mañana no les pesen a ellos lo que puede estar pasándoles a nuestros muy queridos padres. Y como de los padres vienen los hijos es sumamente importante preocuparnos por participar y apoyar moralmente en el trabajo y temas en que participan a diarios nuestros hijos. Si no les has dado un fuerte abrazo y un gran beso últimamente no dejes de hacerlo hoy.

 

 

 

 



 

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