Un total de 10 personas en su mayoría indígenas, fueron detenidos por invadir terrenos privados.
El pasado viernes en horas de la madrugada y siguiendo instrucciones del corregidor de Almirante, José Miranda y del gobernador, Nicolás Contreras, a eso de las 5:00 a.m. del viernes, unidades antimotines iniciaron la acción de desalojo de un centenar de personas, en su totalidad indígenas.
Los enfrentamientos verbales pronto pasaron a físicos, resultando algunos con golpes de piedras y palos. Regresada la calma, los invasores se prepararon para un contraataque, fue así que el sábado nuevamente se registraron enfrentamientos, esta vez, los indígenas estaban armados con botellas llenas de gasolina e incluso se dijo que también portaban dardos envenenados.
Aproximadamente a unos seis kilómetros de la ciudad portuaria de Almirante, un centenar de automovilistas resultaron afectados por el gas, ya que se vieron forzados a esperar una hora mientras los policías lograban despejar la vía.
A primeras horas de la tarde de ayer, familiares de los detenidos se disponían a entrevistarse con el gobernador y el alcalde de Changuinola, Samuel Palacios con la esperanza de lograr la libertad de sus familiares.