No habrán pasado las 9 de la mañana cuando nos apersonamos al Rommel Fernández a ver el inicio de un entrenamiento, que a diferencia de los otros, tiene trazos de ser la base del elenco que verdaderamente jugará las eliminatorias mundialistas.
Un perro dormilón se yacía debajo de un árbol, en las inmediaciones del estadio, escapando del fuerte sol que había.
El ambiente era tranquilo, sin mucha bulla, ni parafernalia, solo los colegas Demetrio Taborda y Edwin Sánchez en la pista de tartán. Al rato se sumaron Claudio Pino, Adan De Gracia, Aurelio Martínez, Arturo Bolvarán padre y Edgardo Vidal.
Todos alistando la batería de preguntas al finalizar el trabajo. Un trabajo que sólo será por tres días en esta semana y a ver qué pasa en el inicio de la otra.
Un elenco dividido en 8 jugadores del patio y otros 8 que militan fuera, para totalizar 16, de cara a un partido de fogueo que a mi entender nos dará un importante medidor para saber qué es lo que realmente tenemos y en qué etapa del trabajos vamos.
Honduras no es ningún pintado en la pared. Por ello Hernández apuesta a reunir los legionarios en este fogueo.
De los jugadores que están no hay queja. Salvo que para mi fuese mejor extender el grupo a 18, para tener dos más en acción.
Digo esto porque el propio técnico expresa que si en un momento no tenemos a un jugador él tiene a otros de reemplazo.
Pero me parece mejor ampliar los grupos desde ya, aunque estén en la banca, tener a estas "otras opciones" conviviendo con la selección y por lo menos que vean en vivo a posibles rivales y sistemas de juego.
Lo de ayer fue sólo el clásico trabajo con futbolistas, que participaron el fin de semana con sus equipos en el torneo local.
Pero a la vez fue importante, por el significado de ver y comprender que ya estamos empezando a despegar y a ir teniendo vistazos del onceno que tendremos en la eliminatoria. Ya se empiezan a mover las piezas de ajedrez en el tablero.
Así me fui tranquilo, no sin antes mirar al viejo árbol, buscando al fiel amigo, pero el perro dormilón no estaba, se había ido, tal vez espantado por el fuerte calor.