EDITORIAL
Día Mundial del Agua
En medio de tanta zozobra, el mundo aún tiene algo bueno que festejar, y en esta ocasión le corresponde al regalo de la Madre Naturaleza hecho líquido: el agua.
Hoy, Día Mundial del Agua, es un momento oportuno para reflexionar acerca de aquellas cosas que ensucian las buenas acciones y la vida del hombre en la Tierra: la desidia humana.
Panamá ha sido bendecida con tantos regalos de la naturaleza como la riqueza forestal, la variedad de fauna y los recursos naturales como el agua, mineral preciado pero maltratado por algunos panameños inconscientes.
¿Cuántas naciones darían más de lo que tienen por contar entre sus recursos con agua potable, sana y abundante como la que tiene Panamá? Al menos, con la que le queda.
Inglaterra, Estados Unidos y España, por nombrar algunos, son naciones poderosas en el marco económico, pero les falta lo que a Panamá le sobra (por el momento), un agua limpia.
Recuerdan los abuelos que en sus tiempos, como seis décadas atrás, se tomaba el agua de los ríos y pozos, donde sus cristalinas aguas parecían un espejo. Lastimosamente, esa leyenda parece tan lejana como las epopeyas griegas.
Hoy por hoy, en esos ríos si acaso se alcanzan a ver las piedras por lo turbio del agua producto de la contaminación originada por el hombre. Y pese a las campañas y letreros de “No tire basura”, es precisamente los desperdicios los que adornan desde las riberas hasta las profundidades de los ríos.
Las aguas negras se vierten directamente a los ríos y luego a la bahía de Panamá, convirtiéndola en una gran cloaca. Los planes de saneamiento han quedado en eso; desde años se plantea dicho proyecto, pero no hay gobierno capaz de ejecutar la obra.
Hoy gracias a Dios contamos con una agua potable a precios módicos. Es cierto que en muchos lugares hay un pésimo servicio para el suministro del vital líquido, pero ese problema tiene solución, lo malo es que las autoridades encargadas de atender el problema, se demoran hasta más de un año en realizar una licitación.
Pero la contaminación y la incapacidad oficial, es sólo una pequeña muestra del mal aprecio que se le tiene al agua. El mal uso de ese líqui
El agua potable, que en otros países cuesta mucho dinero, aquí en Panamá es desperdiciada. Se malgasta el agua lavando autos, ventanas de casas, regando plantas, lavando pisos y demás. En otras culturas, el agua para esos menesteres no es la potable.
El 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua, y de ese total, solo el 2.5% es agua dulce, pero de ese pequeña porción, el 70% está congelada en los polos y el resto está en los acuíferos subterráneos. Ello conlleva a que el 1% de los recursos mundiales de agua dulce sea accesible para el consumo humano, pero si se mantienen los niveles actuales de consumo, dos de cada tres personas del planeta vivirán en una situación de déficit hídrico para el año 2005, es decir, dentro de dos años.
Por ello, economizar el agua y usarla en forma razonable, podría ser una fórmula para asegurar el disfrute del líquido en el futuro.
PUNTO CRITICO |
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