El Ayuntamiento de Quito declaró tres días de luto por la muerte de, al menos, siete personas, tras la colisión, el jueves, de un avión militar contra dos edificios de una zona residencial, lo que reactivó la polémica por la ubicación del aeropuerto en plena ciudad.
El suceso, el cuarto que sucede en la misma zona en los últimos 20 años, también destapó las discrepancias que han surgido por la construcción de un nuevo aeropuerto para la capital, que se edifica en uno de los valles aledaños.
Un avión militar tipo Beechcraft, del Ejército, se estrelló contra dos edificios de departamentos en el barrio González Suárez, situado en un cerro del este de la ciudad.
Los tres tripulantes del aparato, la mujer e hijo del piloto, que los acompañaban, y dos civiles que se encontraban en las viviendas afectadas perecieron en la tragedia, cuyas causas aún se desconocen, aunque se ha abierto una serie de dudas sobre la seguridad de la aeronavegación en esta ciudad.
En 1988 y en dos ocasiones consecutivas en 1992, se produjeron accidentes similares, cuando aviones de uso oficial se estrellaron en la zona del barrio González Suárez.
Las autoridades ecuatorianas han abierto una investigación del accidente, pero en la calle se discute sobre la necesidad urgente de construir la nueva terminal en el sector de Tababela.
Y es que algunos ediles del Ayuntamiento han denunciado supuestas irregularidades en los contratos de construcción del nuevo aeropuerto, a cargo de una empresa estatal canadiense, reclamos que han resonado en los últimos días debido a las elecciones municipales del próximo 26 de abril.