Tras varios meses de silencio la abogada Guillermina Mcdonald señaló que su cliente Faruk Bhana no tiene nada que ver con lavado de dinero y que mucho menos la firma forense "Bhana, Urriola y Asociados" forme parte de una célula de facilitadores de una organización macrocriminal relacionada con el narcotráfico.
Visiblemente molesta reiteró que su cliente fue objeto de un seguimiento de una operación encubierta, incluso fue vigilado y seguido en todo el año 2004.