¿En qué se parecen Enrique “Kike” Garrido y “Tatú”, aquel personaje de la serie “La Isla de la Fantasía”, que gritaba: el avión, el avión? Bueno, el diputado panameñista al igual que el diminuto actor cuenta con su propio territorio insular.
Garrido vive en su “Isla de la Fantasía”. A escasos 200 metros de la Isla Wicha Huala, la residencia del diputado sobresale por los lujos en sus estructuras y estilo campestre con que diseñó su mansión en medio del Atlántico.
Garrido vive literalmente aislado del resto de la Comarca Kuna Yala. Según contó un indígena, la residencia de Garrido estaría valorada en B/.200 mil, cifra que no suena exagerada si se toma en cuenta que sus cimientos vienen de rellenos con piedra marina colocada como un rompecabezas sobre un arrecife.
El buen gusto y las comodidades típicas de la metrópolis no son ajenas a la propiedad del diputado y ex presidente de la Asamblea en el periodo 1999-2000. Cuadrillas de indígenas trabajaron en la construcción de la isla artificial.
A unos cien metros de la propiedad se pueden observar las comodidades con que vive el parlamentario. La residencia tiene hasta señal de cable TV.
En su defensa, el parlamentario aseguró a Crítica que su residencia está valorada en B/.75 mil, sumados a los B/.10 mil que pagó a las autoridades indígenas por la compra de la isla.
Sostuvo el parlamentario del 10-1 que quienes critican su forma de vida no son más que adversarios que no entienden que un político exitoso como él tiene que vivir como tal.
SI, LA ISLA ES MIA, ¿Y QUE?
Garrido manifestó que su comodidad se la ha ganado a base de trabajo político y de préstamos bancarios que le han permitido construir lo que ahora posee. “Esto ha sido años de trabajo mío y de mi familia y espero terminar de pagar el préstamo antes que culmine este periodo como diputado”, dijo.