Los celos suelen ser malos consejeros y hasta mortales.
Teodoro Vidal Pinto Atencio era un joven que a sus 24 años tenía muchas metas por cumplir.
Desde que llegó a la ciudad capital hace más de seis años, desde su pueblo natal en El Macho, de Ponuga, en la provincia de Veraguas, siempre tuvo como objetivo trabajar para lograr en el futuro tener su propio negocio, ir a la universidad, terminar de construirle la casa a sus padres y formar una familia.
Fue así como ese Bachiller Agropecuario, al que sus familiares cariñosamente le llamaban "Vidalín", hacía de todo un poco: era plomero, soldador y hasta electricista.
"Era un muchacho muy cooperador", recuerda al borde del llanto una de las vecinas de "Vidalín", quien la noche del domingo fue asesinado de 17 machetazos y cuchilladas que le fueron infringidos por un vecino celoso que lleno de ira le arrancó en cuestión de minutos, la vida
TRAGEDIA
A las 9:15 del a noche del domingo, Teodoro se encontraba en su vivienda: la casa 60 de la manzana 18, en Altos del Llano, en Felipillo, corregimiento de la 24 de Diciembre, con su hermano menor, José Feliciano Pinto, de 19 años, con quien vivía.
Entonces llegó a dicha casa una vecina conocida como "Villa Montenegro", la que según los familiares y vecinos del hoy occiso, tenía interés sentimental por "Vidalín".
Según Florentina Atencio, madre de la víctima, esa vecina, quien está casada y tiene dos hijos, se la pasaba metida en casa de los hermanos Pinto, y ya no le importaba que su esposo se enterara.
CELOS QUE MATAN
La noche se tiñó de sangre cuando, preso por los celos, Domitilo Montenegro, de 34 años, encaró las supuestas infidelidades de su mujer, quien a su vez es su prima hermana. Irrumpió en la vivienda de los hermanos Pinto.
Con un machete y un cuchillo, ese hombre, el que según los vecinos generalmente era una persona tranquila, acabó con la vida del que consideraba su rival.
Llegó sorpresivamente, discutió y atacó con el arma blanca a su contrincante más joven, quien en ese momento estaba en su cama hablando por celular con su tío Pablo.
El herido trató de defenderse y se puso de pie, pero al salir de la vivienda cayó y el agresor lo remató.
José, hermano menor del occiso, quien en esos momentos se encontraba en el baño, salió al escuchar los gritos, y fue en defensa de Teodoro, pero también resultó con una cortada en la mano.
UNA FAMILIA DESTROZADA
Ayer, lunes, doña Florentina y don Teodoro, padres, del malogrado hombre, y quienes tuvieron que salir al filo de la madrugada desde Ponuga por la infausta noticia, exigieron que se haga justicia y que ese crimen no quede impune, y que todos los responsables paguen.
RECOMENDACIONES
Expertos en la materia recomiendan que cuando las relaciones entre parejas no funcionan, es mejor comunicarlo, y si ya no se puede hacer más nada por salvar la unión, es mejor "cortar" por lo sano.