Unos 80,000 sismos sacuden el planeta anualmente

Informe de
ACP
El fuerte temblor que afectó toda la República de Panamá el pasado 26 de febrero puso en evidencia lo poco preparados que estamos los panameños para enfrentar este tipo de fenómenos de la naturaleza. Los temblores o sismos son movimientos vibratorios que se originan en zonas internas del planeta y que se propagan en forma de ondas por los materiales rocosos. Unos 80,000 sismos sacuden el planeta anualmente. Sin embargo, no todos son percibidos por el ser humano, sino por aparatos especializados denominados sismógrafos. Los sismos tienen lugar en un punto en el interior de la Tierra, denominado hipocentro, desde donde se propagan hacia la superficie hasta un punto donde presentan su mayor intensidad, conocido como epicentro. En general, los grandes sismos no se presentan en forma aislada, sino que van precedidos y seguidos por sacudidas leves denominadas precursoras y réplicas, respectivamente. En la actualidad se utilizan ciertos parámetros para determinar el grado de importancia de los sismos, como son la magnitud y la intensidad. La magnitud se mide por la cantidad total de energía liberada en el hipocentro del sismo y se calcula midiendo la amplitud de ciertas ondas marcadas en el sismógrafo. La escala de Richter es la más utilizada para determinar la magnitud de los sismos; consta de diez grados, donde cada grado es diez veces mayor que el anterior. La intensidad, por su parte, es más subjetiva y se mide por los efectos causados sobre las personas, objetos, edificios y terreno, en el epicentro o superficie. La escala de Mercalli, de doce grados, clasifica la intensidad desde microsismos, imperceptible para el hombre, hasta destrucción total con grandes ondulaciones en el terreno, proyección de objetos y rocas hacia el aire y grandes cambios topográficos. Según la Teoría de Placas Tectónicas, la Tierra está conformada por láminas sólidas, denominadas placas, sobre las cuales están montados varios países o continentes, tienen diferentes formas y tamaños y se mueven en distintas direcciones. El choque lento y constante de estas placas causa deformaciones en el material rocoso del interior de la Tierra, el cual al romperse súbitamente libera energía que se propaga en forma de ondas hacia la superficie y da lugar a los sismos. Al estar Panamá sobre una placa que colinda con otras, donde el movimiento de una influye el de las otras, no está exenta de experimentar sismos. Las zonas de mayor actividad sísmica en la República se localizan al sudoeste de la provincia de Chiriquí y al sudeste de la provincia de Darién, ya que en estos dos puntos convergen tres placas tectónicas: las placas de Coco, Nazca y la microplaca de Panamá, en el primero; y las placas de Nazca, la de Sudamérica y la microplaca de Panamá, en el segundo. El sur de Punta Burica en la provincia de Chiriquí, a nivel del meridiano 83°W, presenta una actividad sísmica elevada por encontrarse en la llamada Zona de Fractura de Panamá, donde interactúan las placas de Coco y Nazca. De igual forma, la interacción de la placa del Caribe y la microplaca de Panamá, al norte del Istmo, en el mar Caribe, genera una zona de comprensión con actividad sísmica. Otras áreas, de actividad sísmica difusa, corresponden a varias fallas locales en la Serranía de Blas, la península de Azuero, la provincia de Chiriquí, el Golfo de Panamá y la provincia de Darién.
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Las zonas de mayor actividad sísmica en la República se localizan al sudoeste de la provincia de Chiriquí y al sudeste de la provincia de Darién, ya que en estos dos puntos convergen tres placas tectónicas: las placas de Coco, Nazca y la microplaca de Panamá, en el primero; y las placas de Nazca, la de Sudamérica y la microplaca de Panamá, en el segundo. El sur de Punta Burica en la provincia de Chiriquí, a nivel del meridiano 83°W, presenta una actividad sísmica elevada por encontrarse en la llamada Zona de Fractura de Panamá, donde interactúan las placas de Coco y Nazca. De igual forma, la interacción de la placa del Caribe y la microplaca de Panamá, al norte del Istmo, en el mar Caribe, genera una zona de comprensión con actividad sísmica. Otras áreas, de actividad sísmica difusa, corresponden a varias fallas locales en la Serranía de Blas, la península de Azuero, la provincia de Chiriquí, el Golfo de Panamá y la provincia de Darién.
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