Cerca de 15 millones de niños y niñas no juegan, trabajan

UNICEF
El trabajo infantil condena a las niñas y niños a la pobreza y el analfabetismo. Estimaciones de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sugieren que en nuestra región hay cerca de 15 millones de trabajadores que apenas han cumplido los 15 años de edad. Si a esta cifra se suma el trabajo ejercido por jóvenes entre los 15 y los 18 años no cumplidos, la cifra se podría duplicar. La OIT estableció que más de la mitad de los niños trabajadores del mundo son niñas y que la gran mayoría de ellas realiza trabajos invisibles que no son valorados y que ni siquiera son parte de las estadísticas oficiales. Las niñas trabajadoras habitualmente no asisten a la escuela u permanecen ocultas como empleadas domésticas en casas de familia o asumen las responsabilidades y cargas dentro de sus propios hogares, muchas de ellas además ayudan a sus familias en la generación de ingresos y en oficios manuales. El Trabajo viola el derecho a la educación de estas niñas manteniéndolas fuera de la escuela, obligándolas a abandonarla o interfiriendo en su rendimiento académico en caso de que se encuentren escolarizadas. El trabajo infantil profundiza las desigualdades entre la infancia llegándose a encontrar una gran cantidad de niñas y niños laborando en basurales, cortando caña o en el servicio doméstico; son quienes no tienen ninguna posibilidad de gozar de su infancia, simplemente porque el trabajo los obligó a ser adultos antes de tiempo. A lo largo del continente latinoamericano y los territorios caribeños se ha utilizado a la niñez para solucionar muchos de los problemas económicos de las familias. Por mencionar algunos casos, encontramos que alrededor del 10% de la fuerza laboral de Haití está conformada por niños y niñas entre 5 y 9 años. Cerca de 120 mil niños son trabajadores domésticos no remunerados a quienes se les denomina restavers y el 85% de ellos son niñas. La mayoría no asiste a la escuela ni recibe ningún tipo de educación. Algunas de estas niñas no tienen más de 5 o 6 años. Un estudio sobre niñas trabajadoras de 10 años demostró que el 20% estaba incorporada al trabajo doméstico y el 70% a las actividades informales del sector comercial. Según la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional de Chile (CASEN), hay aproximadamente 49,500 casos de niños y niñas que trabajan y que tienen entre 6 y 14 años y 147,000 adolescentes y jóvenes entre 15 y 18 años que realizan algún tipo de actividad laboral. En Paraguay, el Comité de Derechos del Niño informó que hay cerca de 256 mil niños involucrados al trabajo en áreas urbanas y rurales, en fábricas, en pequeños negocios familiares, en la agricultura y en la ganadería, entre otras actividades. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) calcula que en las áreas urbanas de América Latina el 25% de los niños y las adolescentes entre 13 y 17 años trabajan estudiando; en zonas rurales este porcentaje baja al 15%. Según la encuesta de Hogares del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el Perú trabajan cerca de 1,500,000 niños y niñas menores de 18 años. En Brasil se corrobora que de los niños y adolescentes entre 10 a 17 años, aquellos que tienen mayor tasa de actividad poseen menor tasa de escolaridad. En Ecuador el 49% de las niñas trabajadoras del área urbana y el 85% del sector rural trabaja sin recibir ninguna remuneración. Panamá no escapa de está realidad nuestras calles están vestidas de niños y niñas trabajando, sin obtener ningún tipo de protección ni remuneración. Más del 50% de nuestros niños, niñas y adolescentes trabajan tanto para su subsidio, como para el de su familia.
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