En algunas ocasiones, Nicolas Cage puede ser el mejor actor de su generación. Su Oscar en "Leaving Las Vegas" y sus memorables roles en "The Weather man", "Bringing out he dead" o "Moonstruck", hacen que uno pueda dejar pasar sendas basuras como “Tesoro Nacional”, "The Wicker Man" y "Family Man". Como héroe de acción, Cage ha tenido papeles extraordinarios ("Contracara", "La roca", "Con Air", "8MM" y "Ojos de serpiente"), pero de ahí, a ser el protagonista de una de las peores adaptaciones de un comic al celuloide… por favor.
En Ghost Rider, Nicolas es Johnny Blaze, un acróbata del motociclismo que se deja engatusar por Mefistófeles (Peter Fonda), para que su papá sea curado de un cáncer fatal.
A partir de allí, el maligno tiene un plan: dejarlo vivir cada vez que él intente una acrobacia que pudiera causarle la muerte, por que un día, Blaze se convertirá en un jinete del infierno que actuará como el carcelero del diablo.
El problema es que Blaze tiene planes para cambiar su maldición y encuentra nuevamente a su amor de juventud, convertida en la despampanante Eva Méndez, y deberá combatir convertido en el jinete fantasma.
Si la historia suena tan bien, ¿qué es lo que suena mal? El espantoso guión, los diálogos imbéciles, los efectos especiales que parecen de película de televisión y una dirección poco certera a la hora de meternos en el mundo Marvel.
Ahora, las actuaciones de todos son buenas; sin embargo, por mucho que metas a muy buenos actores en un proyecto malo, el resultado será como se predice: maaaaaalo. 1.7.