Al menos 50 personas murieron y otras decenas resultaron heridas de diversa gravedad en la oleada de violencia que sacudió Bagdad y diferentes zonas de Irak, informaron fuentes de seguridad.
Esta nueva jornada de sangre se produce después de la conferencia de Bagdad, destinada a analizar la seguridad de Irak en la que participaron los países vecinos de Irak y miembros de la ONU.