Más de 26 millones de colombianos están convocados a las urnas para elegir a los 268 miembros del Congreso entre cerca de 3, 000 candidatos, en medio de una ofensiva "tradicional" de la guerrilla de las FARC.
Las Fuerzas Armadas Revolucioanrias de Colomia (FARC), que "históricamente" tratan de sabotear los comicios, han lanzado desde hace tres semanas una andanada de ataques en más de la tercera parte del país, que hasta el momento han dejado más de 25 muertos y unos 15 heridos.
El propio comandante de las Fuerzas Militares, general Carlos Alberto Ospina, admitió esa "campaña sangrienta" de los rebeldes de las FARC en unos 15 de 33 departamentos, con la pretensión de impedir que la gente acuda a las urnas.
Ospina, empero, señaló que los hombres de todas las instituciones armadas, más de 280, 000, garantizarán la seguridad en las elecciones de mañana.
El presidente colombiano, Alvaro Uribe, por su parte, insistió en solicitar una votación masiva para fortalecer la democracia, "que es la antítesis del terrorismo".
Uribe, en declaraciones a periodistas dos días antes de los comicios, admitió que hay algunas alteraciones de la tranquilidad en varias regiones, ante las acciones de las FARC.
La principal guerrilla colombiana ha declarado un "paro armado" (restricción al transporte) en decenas de carreteras, ha atacado a quienes se ha arriesgado a transitar y ha quemado camiones, autobuses y vehículos particulares, además de haber destruido puentes y torres de conducción eléctrica y de telefonía.