Problema habitacional, triste realidad
de coclesanos

Irasema Muñoz
Coclé - EPASA
El problema habitacional
es una triste realidad en muchos sectores de la sociedad panameña.
La provincia de Coclé no está exenta del mismo. Poblaciones
como Río Grande, que no están tan distantes a la cabecera
de la provincia tienen un serio problema, tanto de vivienda como de tipo
social.
Si se recorre la comunidad, se pueden observar viviendas que están
sostenidas de puro milagro, como si Dios, por piedad, no dejara que las
paredes de quincha caigan sobre los habitantes de la casa.
Sobre este problema, el representante de la comunidad señaló
que, por la urgencia que representa construir o reparar estas viviendas,
se cambió el proyecto que se tenía previsto con la partida
de PROINLO, para utilizar dicha partida en construcción de nuevas
viviendas.
A raíz de esto, el Ministerio de Vivienda, a través del
Departamento de Ingeniería y Arquitectura realizaron una evaluación
socioeconómica de las viviendas afectadas, que en total son 39 familias
de bajos ingresos, que residen en comunidades tales como Ciruelito, Garicín,
La Candelaria y Río Grande, todas ubicadas dentro del corregimiento
de Río Grande, distrito de Penonomé.
Las 39 familias suman una población de 161 personas entre hombres,
mujeres y niños. Cada familia tienen entre 3 y 4 miembros. De estas
familias, en 24 de ellas el jefe del hogar es una mujer, y en 15 son varones.
Esto representa otro problema social más complejo, pues estas
madres-jefes de familia tienen problemas de empleo, en especial si tienen
hijos que cuidar y no tienen con quién dejarlos para salir a trabajar.
Otro aspecto importante es el hecho de que el ingreso por familia es
muy bajo. De las 39 familias, 23 se dedican a tareas agrícolas eventuales,
con entradas que oscilan entre 30.00 y 150.00 balboas mensuales. Otras 14
familias dependen de una pensión alimenticia o el apoyo familiar
que se estima entre 15.00 a 20.00 balboas al mes.
Además, dos familias reciben entradas por actividades varias,
como empleos en casa de familia o como manipuladores de alimentos que representan
unos 30 balboas mensuales.
El representante del corregimiento, Danilo Arias ha manifestado en reiteradas
ocasiones ante el Consejo Municipal, su preocupación porque la solicitud
de utilizar la partida de PROINLO para apoyar a estas familias no sea escuchada
y se cambie el proyecto, como ha ocurrido en otras ocasiones.
Por ello solicitó este informe económico que respalde su
petición y que demuestre que en realidad estas familias necesitan
ayuda urgente, antes de que sus casas se les caiga encima. Las casas en
mención son en su mayoría de quincha, otras de zinc y latas
viejas y unas 12 son de cemento. En cuanto al techo, 36 tienen zinc y 3
son de tejas. El piso es de cemento en 21 de las viviendas y de tierra en
16 de ellas.
Un total de 31 familias cuentan con viviendas propias, las otras son
de alquiler o viviendas cedidas. Según el informe, 29 de estas viviendas
están en mal estado y 10 en estado regular, 30 no cuentan con luz
eléctrica, 36 tienen acueducto rural y 3 no cuentan con agua potable.
La precaria situación de estas familias amerita que dicho proyecto
de mejoramiento habitacional sea aprobado y ejecutado sin demora, pues se
avecina el invierno y estas familias humildes estarán expuestas a
las inclemencias del tiempo.

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