Un tribunal de Teherán juzgó el caso de una presunta secuestradora que pidió a la familia para la que trabajaba el pago de un rescate por su perro.
En un país donde los perros son considerados animales impuros, Sahar, una mujer de 25 años, fue acusada de haber secuestrado un can de raza que pertenecía a la familia que empleaba a la joven. Según Amir (34 años), uno de los hijos de la familia, Sahar -enfermera a domicilio- habría reclamado tres millones de riales (unos 255 euros) de rescate.
Sin embargo, según el relato de Amir ante el juez, al acudir a la cita para hacer efectivo el pago seis hombres le dieron una paliza. Estos devolvieron no obstante al perro.