UNOS 150 MIL DEVOTOS ESTE DOMINGO EN ATALAYA Padre Jesús de La Atalaya, líbranos del virus del hanta

Melquiades Vásquez
Angel Santos Barrios / EPASA
Un aproximado de 150 mil personas creyentes en Jesús Nazareno se esperan que lleguen este domingo de Cuaresma a la Basílica menor de Atalaya, así lo dio a conocer el reverendo Roberto González, Vicario de la parroquia. El prelado de la Iglesia Católica dijo que el número de fieles puede aumentar este año, movidos en la fe de rendirse a los pies del Milagroso Santo, a pedir bendiciones por la situación actual que viven miles de panameños. Agregó que se espera que miles de devotos, sobre todo de la región de Azuero concurran a la Cuaresma, este domingo, por la difícil situación que hoy día están atravesando con relación a la enfermedad que transmiten las ratas. Dijo que es delicada la situación ya que muchas de las personas han informado de pérdidas millonarias en el sector agropecuario como consecuencia de la aparición del hantavirus en varias personas de las cuales cuatro ya han fallecido. En tanto, desde ayer fue notoria la afluencia de cientos de personas con vestimentas de hábitos color morado, sin calzados y caminando largas horas, pagando sus mandas por algún milagro concedido por el Milagroso Jesús Nazareno. Jesús Nazareno, luce este año una túnica morada y su cabello largo, se encuentra en la parte posterior de la Basílica menor de Atalaya, a la vez que se informó que la imagen fue arreglada con motivos del "Jubileo del año 2,000" y el mensaje de las sagradas escrituras. Finalmente el vicario Roberto González, señaló que con la imposición de las cenizas en los católicos se inician los actos de la Cuaresma y el mensaje del Nazareno que invita a los cambios de actitud. Por otro lado, mientras en otras provincias despedían las fiestas de carnaval, en Azuero se iniciaba el desfile de la solidaridad; o sea la peregrinación hacia el "Milagroso Jesús de la Atalaya", quien este año además de las peticiones y ruegos por milagros y favores alcanzados, recibirá una petición extra de los azuerenses; "terminar con el virus del hanta que tanto aflige y asusta a esa población". Me pregunté varias veces... ¿cómo empezaría esta nota que pudiera llevar un buen mensaje a muchos o, por lo menos, atraer la curiosidad y el interés hacia un lugar al que acuden al año más de 150 mil peregrinos en busca de un milagro? Al ver pasar el pasado martes frente a mi casa, por la carretera nacional en La Arena de Chitré, a gran cantidad de personas tanto de Los Santos como de Herrera rumbo a Atalaya, cosa que anteriormente lo hacían a partir del miércoles de ceniza después de los carnavales, y que este año lo hicieran el día más grande de esas fiestas como lo es el "martes de carnaval", me causó admiración. Como no hubo carnaval en Azuero, pienso que muchas de estas personas adelantaron su peregrinaje hacia el milagroso Jesús, y es que en Atalaya las cosas hay que aceptarlas sin escepticismos, reconociendo que el gran sentimiento que predomina es contagioso, hasta el punto que este lugar se podría llamar "la ciudad de la esperanza", a donde acuden, sobre todo, muchos de los que han perdido de alguna manera la fe por los desenfrenos que realizan los demás seres humanos. Hay algo curioso que se está dando el primer día de peregrinaje hacia Atalaya entre azuerenses, dado el hecho que no carnavalearon, es que a los peregrinos tradicionales, quienes recorren ese camino hacia Atalaya, se les están uniendo otros jóvenes por el interés de hacerlo. No faltan estímulos que justifiquen esta empresa. La religiosidad de un pueblo como el de Herrera y Los Santos, es un asunto que no puede ponerse en tela de juicio. Basta con verlos durante estos días, desde el día martes y los que siguen, en estas novenas del milagroso Jesús de la Atalaya, para comprobarlo. Feligreses de todas las edades y clases sociales se dirigen o se preparan para visitar al Milagroso en sus fiestas, que culminan este domingo. Es una auténtica fiesta popular religiosa, muchos devotos llegan de rodillas y lloran emocionados; y no es para menos, han esperado todo un año para hacerlo. Las reinas de Calle Arriba y Calle Abajo de todos los pueblos de Azuero donde se celebran los carnavales, deberían visitar al Santo Padre Jesús de la Atalaya a pedirle que extermine el "virus del hanta" y la fuente que lo produce, para que el próximo año regrese la alegría y tradición de estas dos provincias que no tuvieron carnaval. Estamos seguros que Jesús lo podrá hacer, porque a El le gusta que sus hijos estén alegres y contentos.
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