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EDITORIAL
El incidente del Asesor Presidencial y la Policía Nacional
A ciertas unidades de la Policía Nacional parece que no hay que darles un poquito de poder, porque se vuelven energúmenos. De ser cierta las declaraciones emitidas el martes por el asesor presidencial, Miguel Antonio Bernal de que un subteniente le comunicó arresto y que cuando él le dijo que hablara por un teléfono celular con la presidenta Mireya Moscoso, éste le respondió: "Yo no tengo nada que hablar con esa vieja". Reiteramos: de ser verdad este incidente, amerita que se amoneste o destituya a los dos oficiales de la Policía Nacional, que irrespetaron la figura de la Jefe del Organo Ejecutivo. Según las evidencias, el profesor Bernal incumplió el decreto de gabinete que restringía las mojaderas y el carnaval de Azuero. Incurrió en desacato cuando los polícias cumplían con su deber, según dijo Carlos Barés. Sin embargo, hay quejas y denuncias que la Policía Nacional se excedió en hacer cumplir la prohibición y no permitía las reuniones de más de tres personas en las plazas públicas. El incidente con el Dr. Bernal se dio en su natal Villa de Los Santos cuando se desarrollaba un "culeco", lo que motivó a que los agentes de la Policía Nacional intervinieran para hacer cumplir las disposiciones del Ministerio de Salud. El hecho de que dos policías presuntamemnte se refieran despectivamente de la presidenta Mireya Moscoso es censurable. El director de la Policía Nacional, Carlos Barés, debe investigar el asunto, para aclarar la situación, porque esas aseveraciones irrespetuosas tienen efecto multiplicador. Volvemos a insistir que el asunto de la suspensión de los carnavales en Azuero fue muy mal manejado publicitariamente y que la acción de la Policía Nacional fue como si en Herrera y Los Santos se hubiera declarado un estado de sitio. Sabemos que el Ministerio de Salud y el Gobierno tuvieron que emitir medidas heroicas para expedir este decreto por el que van a pagar un alto costo político. Viene la Semana Santa y la Feria Internacional de Azuero donde hay tantas aglomeraciones como en el carnaval, aunque quieran tapar el sol con las manos. También en la apertura del año escolar y en la temporada de béisbol mayor acuden multitudes, por lo que ignoramos de qué varita mágica tendrán que depender para detener el éxodo hacia Azuero maltrecha en su economía por una propaganda cruel contra los productores agropecuarios.
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PUNTO CRITICO |
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