Estados Unidos chocó ayer con más oposición en su búsqueda de una autorización de la ONU para atacar a Irak, cuando China se unió al bando anti-belicista, mientras Gran Bretaña trataba de encontrar una fórmula que atraiga una mayoría en el Consejo de Seguridad.
Con unos 250.000 soldados preparados para atacar Irak tan pronto como el presidente George W. Bush dé la orden, Estados Unidos ha estado tratando de obtener los nueve votos necesarios en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que permitan aprobar una resolución que de luz verde a la acción militar.
Hasta ayer, sólo cuatro votos eran seguros. "Existe ciertamente una posibilidad de una enmienda y eso es algo a lo que estamos mirando", dijo en conferencia de prensa en Nueva York el ministro de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw.
Un voto de "no" por parte de Rusia, China o Francia, que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad, automáticamente derriba cualquier resolución.
Otras seis naciones entre los 15 miembros del Consejo de Seguridad permanecen sin comprometerse y Washington no ha logrado avances visibles en días recientes para conseguir el apoyo de cualquiera de ellas. |