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Efectivos del Ejército brasileño patrullan una calle de Río tras los incidentes.  |
Siete presuntos delincuentes murieron ayer en un enfrentamiento con la policía de Río de Janeiro, donde las mafias del narcotráfico han desatado una ola de violencia que ha obligado a las autoridades a sacar al Ejército a las calles.
La Policía Civil informó de que las siete personas abatidas resistieron a balazos una operación en la favela de Pedreira, en la zona oeste de la ciudad, donde las autoridades tenían información de que sería entregado un gran cargamento de cocaína.
Las autoridades fueron recibidas a tiros por un grupo de presuntos narcotraficantes y el enfrentamiento duró alrededor de media hora, según la Policía Civil, que aclaró que ninguno de sus agentes resultó herido.
En los últimos 15 días, en Río de Janeiro se han perpetrado acciones vandálicas cuyo origen es atribuido a organizaciones de narcotraficantes y que han llevado a cierres masivos de comercios y escuelas y han causado la destrucción de unos 100 autobuses del transporte público.
Para controlar esos brotes de violencia, unos 3.000 militares del Ejército se sumaron hace una semana a las tareas policiales. Pese a la presencia de las tropas en las calles, la violencia en la ciudad aumentó durante los tradicionales carnavales, que terminaron el pasado martes. |
