Mahuad en la encrucijada por devaluación
y huelga
Quito
AFP
Jamil Mahuad se enfrentaba
el jueves al mayor desafío socioeconómico de un presidente
ecuatoriano en 70 años, con una devaluación del 63% del sucre
en apenas tres semanas, mientras se anuncia una huelga nacional para el
miércoles y jueves próximos, en lo que será la tercera
paralización que afrontará el mandatario en siete meses.
Mahuad, un abogado de 49 años elegido en 1998 para un período
de cuatro años y cinco meses (hasta enero del 2003), era de blanco
de críticas por parte de los sectores políticos, empresariales,
sindicales e indígenas que lo tildaban de "falta de liderazgo"
y lo acusaban de demorar el diseño de un programa económico
para su gobierno.
Joaquín Cevallos, presidente de la Federación de las Cámaras
de Comercio, señaló a la AFP que la crisis es el resultado
de un alto nivel de desconfianza en el gobierno y dijo que el país
ha esperado durante siete meses para que Mahuad tome decisiones y no lo
ha hecho.
Cevallos pidió a Mahuad apretar el acelerador y anunció
su apoyo a un proyecto de racionalización del gasto público
que el presidente envió el pasado martes al Parlamento con el carácter
de urgente para reducir un déficit del 3,5% del Producto Interno
Bruto (equivalente a unos 600 millones de dólares) previsto en el
presupuesto de 1999.
Joayce de Ginatta, presidenta de la mediana industria, reclamó
a su vez al Ejecutivo la necesidad de reorganizar al país. "Tenemos
que ser león y no ratón", dijo la dirigente, al destacar
que Mahuad tiene que necesariamente recobrar la credibilidad que ha perdido
desde el gobierno.
Ginatta insistió en que un país sin credibilidad es nulo
para la inversión extranjera.
Los dos empresarios junto con representantes de otros gremios de la
producción y delegados de los medios de comunicación, se reunieron
el jueves a puerta cerrada con el presidente Mahuad en el salón de
conferencias del Palacio de Carondelet en Quito durante más de dos
horas.
El jefe de Estado, de una manera didáctica y utilizando una pizarra,
explicó los objetivos del proyecto de ley para la racionalización
de las finanzas públicas, el cual, según apuntó, permitirá
"reducir sustancialmente el gasto público".
"No vamos a gastar lo que no tenemos", argumentó Mahuad,
quien sustentó su exposición en que "Ecuador vive la
peor crisis de los últimos setenta años" y la relacionó
con "la subida de los precios, la falta de empleo y el crecimiento
de la delincuencia".
De otro lado, los trabajadores de la electricidad y petróleo
enfrentaron sorpresivamente hoy al gobierno y en declaraciones a los periodistas
afirmaron que el proyecto que esta en manos del Congreso "es una declaratoria
de guerra" a la clase laboral energética.
La iniciativa, tal como fue presentada por el gobierno, pretende congelar
los subsidios y prohibir el pago de indemnizaciones a los trabajadores públicos
cuando cambien de empresa, bien porque esta se haya fragmentado o transformado.
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