Familiares de militares y policías retenidos piden reinicio de diálogos

Bogotá
AP

En una manifestación en la que algunas mujeres se encadenaron a rejas del palacio de gobierno, decenas de familiares de militares y policías en manos de la guerrilla reclamaron ayer la pronta reanudación de diálogos entre las autoridades y los rebeldes para poder discutir un mecanismo que logre la liberación de los retenidos.

Cerca de las nueve de la mañana, unas 14 mujeres, parte de un grupo de unos 60 parientes, encadenaron sus muñecas a una de las rejas exteriores de la sección occidental del palacio, en el centro de Bogotá. Pocos minutos después guardias presidenciales cortaron con cizallas las cadenas y a empellones sacaron a las mujeres de la zona. El grupo se congregó entonces en la Plaza Bolívar, a una cuadra del palacio, y allí con pancartas y gritando consigas se mantuvieron hasta después del mediodía.

``Encadenarnos era un acto simbólico para llamar la atención, mostrar que así es como nuestros hijos están retenidos'', dijo a periodistas en la plaza María Ofelia Gómez, una maestra cuyo hijo Omar Braga, de 18 años, fue uno de los policías capturados por rebeldes el 1 de noviembre en Mitú, capital departamental de Vaupés, a 520 kilómetros al suroriente de Bogotá.

Gómez dijo además que la intención de la protesta de esta mañana era pedir una entrevista con el presidente Andrés Pastrana y solicitarle que reanude lo antes posible los diálogos con la guerrilla, que exige la salida de prisión de 452 rebeldes para liberar a todos los miembros de la fuerza pública que retiene. Los parientes no fueron recibidos en el palacio.

El gobierno ha dicho en sus encuentros con la guerrilla explora mecanismos para facilitar la liberación de los policías y militares. Sin embargo, las conversaciones iniciadas el 7 de enero con la insurgencia fueron congeladas dos semanas después por los rebeldes.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más poderosa del país y con las que el gobierno entabló en enero la mesa de diálogos, atacó en noviembre Mitú y durante tres días retuvieron la población hasta que se replegaron llevándose con ellos capturados a 61 miembros de la policía que formaban parte del puesto policial en la zona.

Junto a parientes de los retenidos en Mitú también manifestaron en la Plaza Bolívar familiares de soldados capturados por las FARC en agosto de 1998 tras un ataque rebelde al comando antinarcóticos de Miraflores, a 450 kilómetros al sur de Bogotá. La guerrilla capturó en Miraflores a 70 militares y 56 policías.

En total las FARC tiene en su poder a 350 uniformados que han capturado en diferentes zonas del país tras distintos combates efectuados desde diciembre de 1997. Las familias se encuentran dispersas en varias ciudades colombianas y con frecuencia viajan a Bogotá para manifestar en reclamo de la liberación de los retenidos.


 

 

 

 



 

Junto a parientes de los retenidos en Mitú también manifestaron en la Plaza Bolívar familiares de soldados capturados por las FARC en agosto de 1998 tras un ataque rebelde al comando antinarcóticos de Miraflores, a 450 kilómetros al sur de Bogotá.

 

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