REFLEXIONES
"Las Ratas y El Carnaval Tableño"

Carlos Christian Sánchez C.
Recientemente, la provincia de Los Santos ha caído dentro de la etapa previa de una alerta biológica máxima, al existir evidencias de la contaminación viral producto de la presencia de roedores en poblados aledaños a Las Tablas. Las ratas de campo pueden que hayan transmitido peligrosos virus que atentan contra el metabolismo humano. Hasta el momento, cuatro personas han muerto, mientras que otras son víctimas de una extraña enfermedad, parecida a una neumonía. Lo peor del caso es que esta amenaza biológica puede extenderse sobre la población, al simple contacto con el aire exhalado por los enfermos. La doctora Gloria Moreno de López, en una entrevista radial, recomendó una cuarentena a los afectados, dentro del perímetro donde ocurren los decesos. Quizás es posible que cientos de panameños puedan estar contagiados por ese mal. Este imprevisto ocurre a sólo días de iniciarse los carnavales en Las Tablas. Dichas actividades folklóricas reciben la visita de millares de panameños, incluso cientos de extranjeros que se asombran del esplendor de las fiestas azuerenses. Por supuesto que a los organizadores de los eventos del Carnaval Tableño se les puso los cabellos de punta, cuando conocieron la posibilidad de declarar una "cuarentena" en la provincia de Los Santos. Obviamente, se perderán los millones de dólares invertidos por las tunas de Calle Arriba y Calle Abajo de Las Tablas. Igual sucedería con la suspensión de la fiesta de Momo en Pedasí, La Palma, Guararé o la Villa. ¿Quién pagaría los platos rotos? Empero, vale más salvar la vida de la gente, antes que correr el serio peligro de contagiarla con una enfermedad transmitida por los roedores. Se cree que la enfermedad mortal se derive del denominado "antavirus", un mal que afecta a las ratas de campo. Bolivia, Perú, México, Centro América, incluso los Estados Unidos, han sido víctimas de los estragos ocasionados por la enfermedad. Este virus provoca la muerte de los roedores silvestres, un mecanismo natural que causa la desaparición temporal de estas alimañas. Pero el mismo también puede extenderse a los demás seres vivientes. Como las ratas de campo tienen contacto frecuente con los ratones caseros, éstos reciben el virus mortal. El fenómeno de las Ratas Locas es producto indirecto de la misma gente que habita la casi desértica provincia santeña. Desde que se talaron los bosques tropicales de Azuero, hace quinientos años, la sabana y las tierras áridas fueron el paisaje predominante en la zona peninsular. Los roedores fueron construyendo sus guaridas en los potreros secos. Pero como las lluvias afectaron la reproducción de las ratas, al igual que destruyeron sus moradas, algunos de los roedores se internaron en los poblados tableños y con ellos se llevaron también el contagioso virus. Estos no debe ser tomado a la ligera. Recordemos que hace mil años, cuando era la Edad Media, hubo una enorme plaga mortal que mató a millones de seres humanos. La causa: La peste bubónica o negra (una neumonía que desangraba los pulmones y órganos internos del cuerpo, algo muy similar a las muertes recientes en Los Santos). En 1349, desde Mesopotamia, un barco trajo consigo varias ratas que tenían la enfermedad. Como las ratas tocaban los alimentos, dejaban sus desechos orgánicos y orina en las casas, enseres o ropa de la gente común, éstos fueron contaminando a las poblaciones, hasta el punto de causar una terrible calamidad jamás vista. Cerca de 25 millones de personas murieron aquella vez en Europa, Africa y el Medio Oriente. Nuestra recomendación es que si se comprueba la verdad de la presencia de una enfermedad sumamente cantagiosa como la Fiebre del anta o la peste negra, se deben "CLAUSURAR" los carnavales en dichos lugares, para impedir una terrible desgracia que mate a miles de panameños, en especial los jóvenes que asisten a tales eventos. Más vale prevenir que lamentar.
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