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CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, mantengo el caos en las oficinas del Tránsito
La situación con los asuntos legales en materia de tránsito vehicular es la siguiente: un bus lo choca a uno; el busero, con autobús y todo, se da a la fuga; la Policía de Tránsito recoge la denuncia, pero no le llena a uno la documentación necesaria de “colisión y fuga”; el expediente nunca progresa y los juzgados de Tránsito nunca se dan por enterado. Los policías de Tránsito son juez y parte, porque sus “fallos” son inapelables. Si él, el policía, dice que ibas con exceso de velocidad, nada ni nadie puede evitar que te ponga la boleta, y el proceso en un juzgado, donde el tortuguismo es proverbial, es ineficiente. Peor es el asunto cuando el caso se litiga en el juzgado municipal, donde el amiguismo está enquistado y las sanciones son ridículas.
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