Viernes 19 de febrero de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Auge y ocaso de la política criolla

En aquello de prometer, los políticos que aspiran a puestos de elección popular no se han quedado atrás, y como dice el vulgo "están sacando las uñas" poco a poco, poniendo de manifiesto sus verdaderos propósitos.

Los temas de educación, salud, el Canal y el desempleo son considerados como los prioritarios, porque saben que son de mayor interés para el pueblo. Sin embargo, a pesar de que el ministro de Educación ha proclamado la modernización de la educación, ya hay nubarrones de huelgas y paros en el sector porque no hay suficientes docentes para suplir las demandas y los seminarios que debieron tomar los educadores, aparentemente fueron un fracaso. Los docentes señalan que muchas escuelas están tan deterioradas que va a ser difícil empezar el año lectivo en esas condiciones.

El ramo de salud sigue siendo muy cuestionado porque no se dan respuestas efectivas. El que le vayan a quitar el flúor al agua, los medicamentos caros y las graves deficiencias que señalan los asegurados en la Caja de Seguro Social, aumentan las protestas que se tienen contra esa institución, ya que el gobierno no quiere entender que la Caja es del pueblo y no del Estado.

Los asegurados pagan por adelantado y por descuento directo sus cuotas al Seguro y sólo reciben un tratamiento como si fuera de caridad. Aparte de ello, poco o nada ha hecho el gobierno por recuperar los bienes de quienes arruinaron moral y económicamente al Seguro. Lo que han procedido es a aumentar la edad de jubilación y han señalado otros deterioros de lo que ellos mismos son responsables, ya que hay muchos patrones y el propio gobierno con una alta morosidad.

El auge en que está la política criolla en la actualidad, sirve para abanicar estos temas. Incluso, el de la privatización del IDAAN. Pero no debemos mezclar los mismos como bandera política y sí comprometerse a liberar esta agobiante carga que pesa sobre el pueblo panameño.

Después del fracaso del llamado carnaval del milenio, un sentimiento de frustración ha quedado en el pueblo panameño porque los vendedores de ilusiones con inaudito cinismo pretenden que el pueblo confíe en ellos cuando por experiencia sabe que es el mismo engaño de falsos profetas.

Los políticos deben haber aprendido la lección que este pueblo ha madurado y también emitirá voto de castigo contra aquellos que los han mal representado. Los legisladores y representantes que no asisten a las sesiones y son sumisos a los mandatos del órgano legislativo y todos aquellos que han ignorado la voluntad popular deben saber que sólo podrán ocupar sus curules hasta mayo próximo cuando el pueblo dictará sentencia.

Los malos políticos han jugado con candela y se le quemaron sus alas en un largo viaje hacia la noche.

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Laffit Pincay, el gran jinete panameño tras el récord de Willie Schumaker


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, presto poca atención a la salud del pueblo


OPINIONES




 

 

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