Viernes 19 de febrero de 1999

 








 

 


FAMILIA
Prevención, una gran responsabilidad familiar

Joaquín A. Arias E.
Presidente Pro Vida

Si los niños crecen con amor y seguridad, tienen libertad para expresarse, desarrollan sus habilidades y se sentirán comprendidos, sólo en un ambiente así, aprenderán a ser autenticos y seguros de sí mismos. Probablemente estos niños no se dejarán influenciar por amigos, grupos o personas interesadas en introducirlos en el espantoso y doloroso mundo de las drogas. Criar a los hijos es una de las tareas más importantes que la vida nos presente sin la necesidad de una preparación formal ; la mayoría de nosotros aprendemos a ser padres solamente por instinto y a travéz de la experiencia. En la actualidad, el constante y difundido uso de drogas somete a nuestros hijos, familias y comunidades a presiones fuertísimas creando un caos al no saber enfrentar el problema. Francamente, nosotros necesitamos ayuda para enfrentar esta aterradora amenaza contra la salud y el bienestar de nuestros hijos. Como padres, podemos contribuir estableciendo una relación sólida, comunicativa y afectuosa con nuestros hijos, enseñándoles normas sobre el bien y el mal, estableciendo y haciendo respetar ciertas reglas de comportamiento, familiarizandonos con los hechos acerca de las drogas e involucrándonos en su crecimiento. Estimula el amor propio del joven, la autoestima es la herramienta más poderosa contra el consumo de drogas y otros problemas que la vida presente. Explique a tiempo a su hijo sobre el peligro que hay en el consumo de drogas. El padre tiene la responsabilidad de establecer normas de conducta que nuestros hijos deben seguir ; sea específico, explique las razones en que se basan las normas, dígale a su hijo cuales son las normas y que comportamiento se espera de él. Converse con el niño sobre las consecuencias de la falta al cumplimiento de las normas, cuales serán los castigos y como se aplicarán.

Sea consistente, aclare a su hijo que la norma de no consumir drogas, permanezca vigente en todo momento, en la casa, en la casa de los amigos, y en cualquier parte que esté. Sea razonable, No agregue nuevas consecuencias que no hayan sido convenidas antes de haberse infringido la norma. Evite amenazas irreales como, tu papá te va a matar cuando llegue. Aplique el castigo que el niño espera recibir con calma y tranquilidad. Enseñe valores. Cada familia tiene expectativas de comportamiento determinadas por principios y normas las cuales se resumen en "valores". En muchos casos, los jóvenes que deciden no consumir drogas tóxicas toman esta decisión porque tienen una fuerte convicción contra el uso de estas substancias, los valores sociales, familiares y religiosos proporcionan fuertes razones para que los jóvenes le digan que no y para ayudarles a mantener esta decisión. Comunique abiertamente los valores como la honestidad, la confianza en sí mismo y la responsabilidad. Enseña a sus hijos que los valores ayudan a poder tomar decisiones acertadas, y que una decisión acertada facilita las siguientes.

Reconozca que las acciones de los padres de familia afectan el desarrollo de los valores de sus hijos, los niños copian el comportamiento de sus padres, por ejemplo, cuando los padres fuman, es muy probable que los hijos sean fumadores. Evalue su comportamiento y considere la forma en que sus actos y actitudes puedan influir en las decisiones de sus hijos acerca del uso de estupefacientes. Cuidese de que sus actos coincidan con sus palabras. Los niños perciben rápidamente cuando un acto de los padres sugiere que está bien escaparse de las obligaciones desagradables o ser deshonesto. Hacer que su hijo diga que usted no está en casa cuando alguien llama por teléfono en un momento inoportuno es, en realidad, lo mismo que enseñarle que está bien ser deshonesto. El padre de familia debe sostener y practicar los valores que impone en el hogar, solo así tendrá efecto en los más pequeños. Una familia con valores de éxito da amor y afecto sin mimos exagerados, escucha y dedica calidad de tiempo a sus hijos, de normas de conducta a los hijos que estén de acuerdo con el comportamiento de sus padres, reconociendo que tanto ellos como los hijos pueden cometer errores. Procure darles un ambiente familiar estable, principalmente en el aspecto afectivo. Respete a sus hijos y considerelos como personas importantes, evite el mal ejemplo. Oriéntelos y apoyelos para que aprendan a aceptar sus responsabilidades. Critica la acción cometida no al muchacho, en familia, fomente las actividades sanas sin consumo de ninguna sustancia. Pienso que la prevención es un proceso simple que funciona; muchos padres ya han empezado a hacer el esfuerzo de prevenir a sus hijos cuando sacan el tiempo para escuchar, compartir, cuidar, informar y estar cerca de ellos, ya los están ayudando a desarrollar defensas en contra del uso de estupefacientes.


 

 

 

 





 

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