FAMILIA
Prevención, una gran responsabilidad
familiar
Joaquín A. Arias E.
Presidente Pro Vida
Si los niños crecen
con amor y seguridad, tienen libertad para expresarse, desarrollan sus habilidades
y se sentirán comprendidos, sólo en un ambiente así,
aprenderán a ser autenticos y seguros de sí mismos. Probablemente
estos niños no se dejarán influenciar por amigos, grupos o
personas interesadas en introducirlos en el espantoso y doloroso mundo de
las drogas. Criar a los hijos es una de las tareas más importantes
que la vida nos presente sin la necesidad de una preparación formal
; la mayoría de nosotros aprendemos a ser padres solamente por instinto
y a travéz de la experiencia. En la actualidad, el constante y difundido
uso de drogas somete a nuestros hijos, familias y comunidades a presiones
fuertísimas creando un caos al no saber enfrentar el problema. Francamente,
nosotros necesitamos ayuda para enfrentar esta aterradora amenaza contra
la salud y el bienestar de nuestros hijos. Como padres, podemos contribuir
estableciendo una relación sólida, comunicativa y afectuosa
con nuestros hijos, enseñándoles normas sobre el bien y el
mal, estableciendo y haciendo respetar ciertas reglas de comportamiento,
familiarizandonos con los hechos acerca de las drogas e involucrándonos
en su crecimiento. Estimula el amor propio del joven, la autoestima es la
herramienta más poderosa contra el consumo de drogas y otros problemas
que la vida presente. Explique a tiempo a su hijo sobre el peligro que hay
en el consumo de drogas. El padre tiene la responsabilidad de establecer
normas de conducta que nuestros hijos deben seguir ; sea específico,
explique las razones en que se basan las normas, dígale a su hijo
cuales son las normas y que comportamiento se espera de él. Converse
con el niño sobre las consecuencias de la falta al cumplimiento de
las normas, cuales serán los castigos y como se aplicarán.
Sea consistente, aclare a su hijo que la norma de no consumir drogas,
permanezca vigente en todo momento, en la casa, en la casa de los amigos,
y en cualquier parte que esté. Sea razonable, No agregue nuevas consecuencias
que no hayan sido convenidas antes de haberse infringido la norma. Evite
amenazas irreales como, tu papá te va a matar cuando llegue. Aplique
el castigo que el niño espera recibir con calma y tranquilidad. Enseñe
valores. Cada familia tiene expectativas de comportamiento determinadas
por principios y normas las cuales se resumen en "valores". En
muchos casos, los jóvenes que deciden no consumir drogas tóxicas
toman esta decisión porque tienen una fuerte convicción contra
el uso de estas substancias, los valores sociales, familiares y religiosos
proporcionan fuertes razones para que los jóvenes le digan que no
y para ayudarles a mantener esta decisión. Comunique abiertamente
los valores como la honestidad, la confianza en sí mismo y la responsabilidad.
Enseña a sus hijos que los valores ayudan a poder tomar decisiones
acertadas, y que una decisión acertada facilita las siguientes.
Reconozca que las acciones de los padres de familia afectan el desarrollo
de los valores de sus hijos, los niños copian el comportamiento de
sus padres, por ejemplo, cuando los padres fuman, es muy probable que los
hijos sean fumadores. Evalue su comportamiento y considere la forma en que
sus actos y actitudes puedan influir en las decisiones de sus hijos acerca
del uso de estupefacientes. Cuidese de que sus actos coincidan con sus palabras.
Los niños perciben rápidamente cuando un acto de los padres
sugiere que está bien escaparse de las obligaciones desagradables
o ser deshonesto. Hacer que su hijo diga que usted no está en casa
cuando alguien llama por teléfono en un momento inoportuno es, en
realidad, lo mismo que enseñarle que está bien ser deshonesto.
El padre de familia debe sostener y practicar los valores que impone en
el hogar, solo así tendrá efecto en los más pequeños.
Una familia con valores de éxito da amor y afecto sin mimos exagerados,
escucha y dedica calidad de tiempo a sus hijos, de normas de conducta a
los hijos que estén de acuerdo con el comportamiento de sus padres,
reconociendo que tanto ellos como los hijos pueden cometer errores. Procure
darles un ambiente familiar estable, principalmente en el aspecto afectivo.
Respete a sus hijos y considerelos como personas importantes, evite el mal
ejemplo. Oriéntelos y apoyelos para que aprendan a aceptar sus responsabilidades.
Critica la acción cometida no al muchacho, en familia, fomente las
actividades sanas sin consumo de ninguna sustancia. Pienso que la prevención
es un proceso simple que funciona; muchos padres ya han empezado a hacer
el esfuerzo de prevenir a sus hijos cuando sacan el tiempo para escuchar,
compartir, cuidar, informar y estar cerca de ellos, ya los están
ayudando a desarrollar defensas en contra del uso de estupefacientes.


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