CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, presto poca atención a la salud del pueblo

La Caja de Seguro Social,
primera institución de seguridad social del pueblo de Panamá,
ha sido por muchos años tema de cuestionamiento por diversos sectores.
De todo tipo de quejas se han presentado respecto a esta institución,
pero una de las constantes es el servicio que se ofrece y la dilatación
del mismo al usuario.
Equipos de laboratorio desactivados por falta de mantenimiento por desperfectos;
faltas de medicamentos; y un sinnúmero de críticas al seguro
y su adminstración, son puntos preocupantes para la población
que depende de este servicio.
Constantemente se divulgan mejoras en algunas policlínicas, en
cuanto a su estructura para evitar, en algunos casos, el hacinamiento a
la hora de atender.
Sin embargo, el cambio cosmético es lo que menos preocupa al asegurado,
lo que le interesa es que cuando acude a practicarse un examen determinado,
no puede porque "el equipo está dañado".
Otra preocupación, es que cuando necesita una atención
especializada, la cita es para mucho tiempo después, lo que ocasiona
que algunas veces el mal por el que fue, se haya agravado.
Aquellos que tienen la posibilidad acuden a una clínica particular,
pero los que no pueden, sufren las consecuencias de los problemas que atraviesa
el Seguro Social.
Y lo más crítico, es que las medicinas que se recetan,
no las tiene el seguro, en el cual por una parte, nunca faltan las pastillas
como acetaminofen, cuyo costo es accesible para cualquier asegurado, no
así las de un costo que implica varios dólares.
Si bien es cierto que hay que concientizar al ciudadano que se necesitan
muchos dólares para equipar debidamente y con un excelente servicio
al Seguro Social, también es cierto que hay que justificar que su
aportación mensual vale la pena.

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