TERMINA PLAZO EL SABADO
Serbios deben escoger entre las
bombas ó 30,000 soldados extranjeros
La situación en Kosovo aún
se mantiene sin definición clara, lo que deja abierta las puertas
a un ataque. Foto AP
París
AFP
Mientras serbios y albaneses
buscaban el martes en Rambouillet un acuerdo de autonomía para Kosovo,
Estados Unidos volvió a esgrimir el "garrote" sobre la
cabeza de los primeros, amenazándolos con una lluvia de bombas si
insisten en oponerse a la entrada en su país de 30,000 soldados extranjeros.
El mediador estadounidense Christopher Hill abandonó este martes
en la noche las conversaciones de Rambouillet (afueras de París)
sobre Kosovo para viajar a Belgrado, indicó una fuente diplomática
francesa.
La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, declaró
por su lado en Washington que, en caso de fracaso de la conferencia de Rambouillet
por causa de los serbios, Estados Unidos bombardeará blancos que
ya ha seleccionado en Yugoslavia.
Esta amenaza ha sido asestada varias veces desde la semana pasada, cuando
comenzaron las discusiones en Rambouillet, a 50 kilómetros de París,
y volvió este martes a reaparecer cuando sólo faltan cuatro
días para que termine el nuevo plazo dado a serbios y kosovares,
un verdadero ultimátum que se cumple el sábado próximo
a mediodía.
La violencia diplomática de los norteamericanos ha creado no
sólo resistencia entre los rusos sino también entre los occidentales
que les siguen en el interior del Grupo de Contacto (Gran Bretaña,
Alemania, Francia e Italia) quienes desearían un poco más
de flexibilidad, según comentarios.
Para evitar toda duda al respecto, la presidencia de la república
francesa creyó necesario este martes hacer un anuncio unitario.
El Grupo de do" sobre Kosovo y ha advertido a los negociadores
serbios y kosovares para que no se equivoquen con "una interpretación
errónea de la situación", dijo un vocero del Eliseo.
En cuanto a saber lo que ocurriría si los negociadores no logran
ponerse de acuerdo en la fecha del ultimátum, la portavoz presidencial
respondió que "el grupo de contacto decidirá".
Albright reiteró la voluntad de su gobierno de ocupar Kosovo
con 30,000 soldados aportados en su mayoría por los países
europeos y bajo el comando de la OTAN.
La "comunidad internacional", como se autocalifica el Grupo
de contacto de seis países, decidió que la ocupación
militar es la única forma de garantizar que se respete el acuerdo
de amplia autonomía que quiere aplicar en Kosovo para poner fin al
conflicto.
El problema es que el gobierno de la República Federal de Yugoslavia
-formada por Serbia (a la que pertenece Kosovo) y por Montenegro- considera
un atropello a su soberanía nacional dejar entrar en su territorio
esa fuerza militar extranjera.
Entretanto, los albaneses musulmanes del Kosovo, no menos testarudos
que sus adversarios serbios cristianos ortodoxos, se niegan a firmar la
parte del proyecto de "la comunidad internacional" que establece
la intangibilidad de las fronteras de Yugoslavia, es decir, que les exige
que renuncien a su guerra de independencia y se contenten solamente con
la autonomía.
Paralelamente, informaciones llegadas desde Prístina, capital
de Kosovo, confirmaron la oposición del UCK (el ejército de
los independentistas) a abandonar las armas.
"El Ejército de liberación de Kosovo es un ejército
de liberación que existirá hasta que cumpla sus objetivos,
es decir hasta que no haya liberado a Kosovo y restaurado la libertad, la
paz y la democracia", declaró Albin Kurti, portavoz del representante
político del UCK, Adem Demaci.
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