ELN PODRIA ESPERAR OTRO GOBIERNO
Presidente Pastrana busca apoyo
político para proceso de paz
Bogotá
EFE
Los acercamientos entre el
Gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN parecieron llegar a un punto
muerto con el segundo fracaso en ocho días de dos rondas de diálogo
celebradas en Venezuela.
Las condiciones de seguridad para una convención nacional que
fue acordada el pasado julio en Alemania por el grupo rebelde y las asociaciones
civiles del país, y que debía ser inaugurada el día
13, permanecen como el factor que distancia a las partes.
En tanto el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo
grupo rebelde del país, reafirma que exige una retirada de tropas
similar a la establecida para el diálogo con las Fuerzas Armadas
Revolucionaria de Colombia (FARC), el alto comisionado para la Paz, Víctor
Ricardo, reitera que dicho mecanismo "no es conveniente".
El ELN planteó esta exigencia en la primera ronda de diálogo
en Caracas, que tuvo lugar del martes al miércoles de la semana pasada.
Un "no" escucharon de Ricardo los portavoces rebeldes Erlington
Chamorro ("Antonio García"), segundo del mando del ELN,
y el responsable internacional del grupo, Pablo Beltrán.
A cambio, el Gobierno ofreció después que podía
ordenar un cese de operaciones militares en el área que fuese escogida
como sede para la convención, mecanismo utilizado hace un año
para que el ELN liberara a tres observadores electorales de la Organización
de los Estados Americanos (OEA) que había retenido en el oeste colombiano.
En la segunda reunión, mantenida del domingo al lunes "en
algún lugar de Venezuela", el comisionado Ricardo reiteró
esta oferta, junto a otras alternativas.
El responsable de Paz del Gobierno del presidente conservador Andrés
Pastrana expuso la postura oficial en un comunicado que leyó el lunes
por la noche en Bogotá, poco después de regresar de Caracas
y entrevistarse con el jefe del Estado.
La permanencia de la Policía y el cese de operaciones militares
en el área que sea escogida para la gran conferencia o la retirada
de las fuerzas enfrentadas son dos opciones que Ricardo expuso sin éxito
en la nueva y, al tenor del comunicado, última ronda de diálogo
en el extranjero con el ELN.
La posibilidad de que un "país amigo de la paz de Colombia"
sirva de sede a la convención también fue incluida por el
delegado presidencial en sus propuestas.
"El ELN mantiene como alternativa (...) su solicitud para que se
establezca un despeje (retirada) de la fuerza pública", subrayó
Ricardo, para quien esta segunda reunión fue un "diálogo
informal".
La organización liderada por Nicolás Rodríguez
Bautista ("Gabino") desde febrero de 1998, cuando falleció
su entonces jefe máximo, el ex cura español Manuel Pérez
("Poliarco"), pretende repetir la actual experiencia de las FARC.
Las FARC, la más antigua y numerosa guerrilla del país,
condicionó su diálogo con el Estado a una zona de distensión,
que Pastrana ordenó a partir del 7 de noviembre de 1998 y con una
vigencia de noventa días que el pasado 5 de febrero fue ampliada
en un lapso igual.
El área neutral cubre un territorio de 42,139 kilómetros
cuadrados de selva en cinco pueblos del sur colombiano.
El ELN reclama una declaración similar en cuatro localidades
del departamento caribeño de Bolívar, en el norte, donde se
disputa con las FARC el control territorial con los paramilitares.
Según Ricardo, "no es conveniente para la paz que los movimientos
insurgentes acudan a comparaciones o referentes de procesos que, aunque
igual de importantes, son distintos por sus circunstancias, condiciones
y lugares geográficos".
Como en la primera ronda, en la segunda quedó claro que en lo
único que coinciden Gobierno y ELN es que la convención nacional
puede ser celebrada en el extranjero.
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