FAMILIA
Prevención en la comunidad
Casa Blanca
RESPONSABILIDAD DEL USUARIO
Un elemento integral de la
Estrategia Nacional de Control de Drogas es hacer a los usuarios casuales
responsables de sus acciones por medio de sanciones penales, civiles y sociales
significativas. Como se observó antes, el Usuario casual,más
que el adicto, tiene una responsabilidad importante en la propagación
del uso de drogas, debido a que esa persona proyecta el mensaje de que se
puede usar drogas y andar bien en la escuela o mantener una carrera y una
familia. Con la premisa de que el cumplimiento de la ley no sólo
castiga sino que también instruye, las leyes y políticas dirigidas
a hacer responsables a los usuarios disuade del uso de drogas al brindar
consecuencias claras por la posesión o el uso de drogas ilegales.
Sociedades comunitarias. La herencia de nuestra nación es la ayuda
recíproca entre los ciudadanos, la agrupación de ciudadanos
comunes para resolver problemas comunes. La primera Estrategia Nacional
de Control de Drogas contemplaba que los ciudadanos organizaran sociedades
de prevención de drogas dentro de sus comunidades. Muchas ciudades
y barrios respondieron entusiastamente. Los proyectos SAFE en Iowa, Togeteher
en Oregón y "Los 100" de Missouri son ejemplos de los esfuerzos
de creación de coaliciones en los estados y regiones. United Way
of America y organizaciones nacionales como 4-H, Clubes de Muchachos y de
Muchachas, Boys Scouts, y las asociaciones católicas de jóvenes
también han desempeñado un papel importante en la creación
de coaliciones locales.
El gobierno federal ayuda en la promoción de estos esfuerzos.
En 1989 la Administración creó, y el Congreso financió,
el Programa de Sociedades Comunitarias que proporcionó fondos a 252
sociedades comunitrias, auspició conferencias y talleres y brindó
asistencia técnicas en apoyo de coaliciones antidrogas. Casi todos
los subsidios de sociedades comunitarias apoyan tareas en toda la gama de
grupo comunitarios,así como de la policía local y el sistema
de justicia juvenil. Uno de los objetivos de estas coaliciones es contrarrestar
la violencia callejera asociada con los mercados de drogas al aire libre.
Para el Año Fiscal 1993 se han solicitado 14,9 millones de dólares
adicionales para el Programa de Sociedades Comunistas, para un total de
113,9 millones de dólares. Se está efectuando actualmente
una evaluaicón amplia del programa para determinar los modelos y
estrategias eficaces quepueden reproducirse. Los gobiernos estatales también
deberían considerar el uso de fondos DFSCA del Programa del Gobernador,
del Programa Edward Byrne de Asistencia a las Policías Locales y
Estatales y los fondos separados de prevención de los Subsidios en
Bloque ADMS para desarrollar y sostener coaliciones comunitarias. Por lo
menos el 20 por ciento de los fondos ADMS de abuso de substancias, aproximadamente
103 millones de dólares en el Año Fiscal 1993, deben usarse
para la prevención del uso de drogas o intervención temprana.
Se alienta a los estados a usar por lo menor el 30 por ciento de estos fondos
reservados poara nuevos programas, a fin de apoyar la repetición
de estrategias probadas de prevención. Los programas de los Subsidios
en bloque ADMS serán vigilados para asegurar que los fondos se usan
para apoyar programas primarios eficaces de prevención, y a los estados
se les requerirá que presenten información detallada de estos
programas como parte de sus solicitudes de Subsidios en Bloque ADMS de 1993.
El Consejo Asesor de Drogas del Presidente auspició el segundo
Foro Nacional de Liderazgo para coaliciones comunitarias antidrogas en enero
de 1992. Centenares de dirigentes comunitarios se reunieron con funcionarios
federales para destacar la labor de las coaliciones locales, compartir experiencias,
discutir problemas comunes y desarrollar estrategias para el futuro.
Entrenamiento de voluntarios y coaliciones. Numerosos grupos comunitarios
--ingleses y sinagogas, grupos de veteranos, sindicatos laborales y otros--han
formado voluntarios para combatir las drogas. Muchos necesitan entrenamiento
y asistencia técnica para desarrollar las prioridades y poner a prueba
las estrategias para tratar con los problemas locales de drogas. A fin de
ayudar a satisfacer estas necesidades, el Centro Nacional de Entrenamiento
de Voluntarios, en coordinación con otros programas de entrenamiento
federales, ampliará la asistencia federal técnica y de entrenamiento
a estar coaliciones, especialmente en comunidades que todavía no
han recibido esta clase de asistencia.
Los esfuerzos federales de entrenamiento se concentrarán en
audar a quienes ocupán posiciones cruciales en nuestras comunidades
para tratar con problemas relacionadas con las drogas. Por ejemplo, se desarrollarán
programas de entrenamiento para equipar mejor a los jueces a fin de reconocer
y tratar casos de drogas que involucran a niños. El gobierno federal
también está desarrollando material de entrenamiento para
los maestros de las escuelas primarias en métodos de prevención
del uso de drogas, particularmente para niños de las escuelas primarias
que han sido expuestos antes de nacer al "crack" u otras drogas.
Se brindará especial entrenamiento a algunos maestros y personal
del programa Head Start (Comienzo precoz) para mejorar su capacidad de impedir
o tratar con el uso de drogas por los padres y las necesidades de los niños
delprograma que están expuestos a las drogas.
Vivienda pública. Los vendedores de drogas van con frecuencia
a los edificios de vivienda pública porque sus residentes constituyen
una "población cautiva". Las comunidades han tomado medidas
para crear escuelas, lugares de trabajo y áreas recreaciones libres
de drogas. Pero con mucha frecuencia el cumplimiento de las leyes contra
las drogas en los eficicios de vivienda pública es tristemente deficiente.
Si no lo han hecho todavía, los alcaldes deberían trabajar
con las autoridades de vivienda y los grupos de residentes para desarrollar
una estrategia de cumplimiento de la ley para las viviendas públicas,
a fin de que con la ayuda de la policía los residentes puedan desalojar
a los vendedores de drogas y recuperar el control de su medio ambiente.
El financiamiento del Programa de Eliminación de Drogas de las
Viviendas Públicas ha aumentado substancialmente, de 8,2 millones
de dólares en1989 a 165 millones de dólares en 1992. Para
fines del Año Fiscal 1992 se habrán otorgado más de
1.300 subsidios a organismos de vivienda pública apra actividades
como programas de tratamiento y de educación innovativa sobre drogas,
consejo, referencia y difusión: apouo de patrullas de inquilinos
que actúan en colaboración con organismos policiales locales;
mejoras físicas dirigidas a amentar la seguridad, y contratación
de personal de seguridad e investigadores. El presidente solicitará
165 millones de dólares para este programa en el Año Fiscal
1993.
Además, el gobierno federal ha brindado entrenamiento a más
de 12.000 empleados, residentes y organismos y proveedores de servicios
locales de vivienda pública sobre la manera de eliminar las drogas
de esos edificios. Esos esfuerzos continuarán.
Atención sobre niños y adolescentes. Las víctimas
más vulnerables del uso de las drogas son los hijos de los padres
que usan drogas. El uso de drogas por los padres, combinado con la disolucion
de los valores familiares tradicionales, ha puesto a estos niños
en peligro de sufrir problemas de desarrollo y emocionales, descuido o maltrato,
y abandono por sus padres.
Varias iniciativas de la Administración incluyen servicios para
garantizar la seguridad y desarrollo apropiado de estos niños. El
Programa de Emergencia de Prevención del Maltrato de Niños
otorgó asi 100 subsidios en 1991 a organismos locales y estatales
para programas de prevención y tratamiento de niños descuiddos
y maltratados en familias donde se abusa de substancias. Un anuncio de subsidios
emitido en el Año Fiscal 1991 apoyó los esfuerzos cooperativos
entre receptores de Head Start y Target City (Ciudad Designada) para tender
cuestiones de abuso de substancias.
Los infantes que son abandonados con frecuencia deben esperar 18 meses
o más para su colocación permanente o adopción. La
Administraicón explotará mecanismos, incluyendo legislación,
para eliminar los obstáculos legales para acelerar la adopción
de estos niños, a fin de brindarles un ambiente hogareño libre
de drogas y protegido tan temprano en sus vidas como sea posible. Además,
se seguirán desarrollando otros métodos modelos para el cuidado
temporal de estos infantes abandonados, incluyendo cuidado adoptivo y hogares
de grupos pequeños tipo famlias.
Finalmente, hay tres programas --el Programa de Jóvenes de Alto
riesgo, el Programa de Prevención y Educación de Jóvenes
Involucrados con Pandillas y Drogas, y el Programa de Demostración
de Prevención del Uso de Drogas en Jóvenes Fugitivos del Hogar
y Desamparados-- que están probando métodos innovativos para
prevenir el uso de drogas entre adolescentes, incluyendo jóvenes
de sectores especiales de la población que son difíciles de
alcanzar. La administración procura aproximadamente 115 millones
de dólares para estos programas en el Año Fiscal 1993
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