|
Jamaiquinos enseñan a indígenas hondureños a fabricar crack
Tegucigalpa
AP
Un congresista denunció ayer que unos 60 jamaiquinos que residen ilegalmente desde hace tres meses en la provincia de Gracias a Dios, al oeste de Honduras, enseñan a los jóvenes habitantes indígenas del lugar a fabricar crack "Estamos muy preocupados por lo que ocurre...y nuestra preocupación es mayor porque las autoridades de la zona no hacen nada para evitar la situación", dijo en rueda de prensa el diputado por Gracias a Dios, Frank Goff Eude. Indicó que "los jamaiquinos viven ilegalmente en lugares apartados del sector, donde están entrenando a gran cantidad de jóvenes nativos en la fabricación de crack...y eso es espantoso", subrayó. Los jamaiquinos llegaron en noviembre a Honduras tras hundirse la embarcación en la que intentaron viajar a Estados Unidos. Desde entonces residen sin documentos en Gracias a Dios. Goff Eude, congresista del Partido Liberal de gobierno, sostuvo que la fabricación de droga prolifera en las riberas del río Patuca, que sirve de línea natural fronteriza con Nicaragua, y en otras localidades remotas de Gracias a Dios. "Los sacerdotes católicos y pastores evangélicos luchan por erradicar el problema, pero requieren el apoyo del gobierno", subrayó. La mayoría de los indígenas de Gracias a Dios pertenecen a la iglesia evangélica Morava, que se asentó allí desde a principios del siglo pasado. A la aislada Gracias a Dios sólo se viaja por avión o barco debido a que carece de carreteras. No dispone tampoco de teléfono. Goff Eude instó al gobierno a "hacer algo para controlar el problema, aunque el mal ya está hecho y los nativos saben fabricar crack...y ahora es difícil evitar la producción de la droga". El gobierno aún no se ha referido al asunto. La mayoría de los 60.000 habitantes pobres de Gracias a Dios son indígenas de la tribu misquitos o zambos, que tradicionalmente se han dedicado a la pesca y la agricultura. Los zambos, que son una mezcla de negro e indio, residen en una zona geográfica de 16.630 kilómetros cuadrados llamada La Mosquitia, en Gracias a Dios. Ellos viven entre los cabos Camarón y de Gracias a Dios, a lo largo de los ríos Coco, Mocorón, Patuca y Plátano. Otros 29.000 zambos viven en 84 comunidades en las orillas de ríos y lagunas de la costa atlántica hondureña.
|
