Honduras no está empeñada en una guerra en Centroamérica
Tegucigalpa
AP
El gobierno anunció ayer que está empeñado en reconstruir a Honduras, tras la devastación causada hace dos años por el huracán Mitch, y no en desatar una guerra con Centroamérica. "No existe ningún interés en provocar a un país vecino...y las declaraciones de los militares de Nicaragua son totalmente extrañas a la realidad de nuestras relaciones con esa nación", dijo a la AP el canciller Roberto Flores Bermúdez. El canciller se refirió al jefe del ejército de Nicaragua, general Javier Carrión, quien ha reiterado en Managua que Honduras se prepara para una guerra con su país. Flores Bermúdez indicó que "la prioridad del gobierno es la reconstrucción de Honduras, no entrar en una actitud de belicista o de rearme, lo que está fuera de lugar". Honduras aún no se recupera de los daños causados por el huracán Mitch, que asoló el país en 1998 con un saldo de más de 26.000 muertos, desaparecidos, heridos, casi tres millones de damnificados y pérdidas materiales superiores a los 6.500 millones de dólares. "No hay desplazamiento de soldados a la frontera de Nicaragua porque las tropas permanecen en sus batallones, protegen el medio ambiente o prestan ayuda humanitaria dentro y fuera de la patria", subrayó. El ejército concluyó el vienes una operación humanitaria de casi 20 días a las víctimas del terremoto del 13 de enero en El Salvador. El canciller sostuvo que "los militares de Nicaragua, que enfrenta un momento político intenso, no deberían contaminar la relación de dos pueblos hermanos...lo dicho por Carrión es totalmente extraño a la realidad que viven Nicaragua y Honduras". Flores Bermúdez informó que "he hablado con el canciller de Nicaragua (Francisco Aguirre) sobre el tema...y los presidentes de ambos países buscan la forma de superar las tensiones". "No hay ningún interés en desatar una carrera armamentista en la región...con Nicaragua, Honduras pretende sólo trabajar unidos para forjar el futuro de Centroamérica", afirmó. Las relaciones entre Nicaragua y Honduras están tensas desde diciembre de 1999, cuando la legislatura hondureña ratificó un tratado de delimitación marítima con Colombia, firmado en noviembre de 1986. Para Nicaragua, el tratado reduce en 130.000 kilómetros cuadrados su plataforma continental en el Caribe, rica en recursos naturales. Ambos países han sometido sus diferencias al arbitraje de la Corte de La Haya.
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